El azar, siempre tan caprichoso, deparó un emparejamiento de nivel para el Málaga CF en la segunda eliminatoria de esta edición de la Copa del Rey. El Oviedo, uno de los rivales más solventes de Segunda División, será el equipo al que se debe enfrentar al equipo de Sergio Pellicer para alcanzar la última fase previa al cuadro final. Es el Oviedo de Gustavo Blanco Lesckuk y de Francesc Arnau, dos viejos conocidos en La Rosaleda.

Será sobre ese tapete donde se disputa ese Málaga-Oviedo. El sorteo tuvo su parte de benevolencia con los blanquiazules, le tocó rivalizar con un equipo de lo misma categoría pero le permite disputar el encuentro en La Rosaleda. Salió la bola de los malagueños la primera y, a un solo partido, no habrá desplazamiento para disputar la siguiente fase. El encuentro, aún sin fecha exacta, horario ni televisión, se disputará entre el 5, 6 ó 7 de enero. Habrá regalo de reyes.

El emparejamiento del Málaga fue el último que se extrajo en Las Rozas. El sorteo demoró el cruce para los blanquiazules y ya, con el resto de partidos definidos, no quedaba otra opción. El Oviedo visitaba la Costa del Sol y el primer recuerdo que se dispara en la memoria es del Tiburón.

Gustavo Blanco dejó un grato recuerdo en su experiencia en La Rosaleda. El mendocino fue una de las apuestas importantes del club en el primer año en Segunda, justo tras el descenso, cuando se confeccionó una plantilla de gran nivel para abordar el ascenso de inmediato. No defraudó el delantero que fue uno de los máximos goleadores de la plantilla con nueve goles –Adrián le acabaría superando con 10– y fue insustituible en la punta de ataque: fue el único jugador que jugó 41 partidos aquel año y solo fue superado por Pau Torres como jugador de campo con más minutos.

Pero su fútbol no se limitó solo al gol, lo que encandiló a la afición fue su estilo desgarbado (1,90 de altura) y gran capacidad asociativa. El argentino entendía el juego, ayudaba y hacía mejores a sus compañeros. Ni Harper, Héctor, Koné o Seleznov le hicieron sombra en un año en el que se rozó el ascenso.

Tras un año en Turquía en el Antalyaspor tras dejar Málaga, este verano volvió a España, al Oviedo, de la mano de otro ex blanquiazul como Francesc Arnau. El director deportivo carbayón conocía las actitudes del ariete argentino y no dudó en traerlo de vuelta a la Liga SmartBank. Desde su llegada ha jugado 12 partidos, 11 como titular, en los que aportó cuatro goles y una asistencia para la causa ovetense.

Curiosamente, el emparejamiento provocará que Blanco Leschuk vuelva por partida doble en menos de una semana. El duelo copero ante el Oviedo será previo al enfrentamiento liguero que también será en La Rosaleda. La Jornada 21 de la Liga SmartBank depara ese Málaga-Oviedo aunque la patronal aún no ha fijado los horarios de ésta, sí será el fin de semana del domingo 10 de enero.