Ante la inacción comunicativa de los responsables del Málaga, es a través de agentes externos la manera en la que se empieza a comprender lo que ha fallado a la hora de completar la plantilla, cogida con alfileres. El club puso sus ojos en Raúl Lizoain (1.88 metros y 28 años), meta que había rescindido su contrato con el Alcorcón pocos días antes del cierre del mercado. El meta canario había dado el sí y todo estaba listo para su aterrizaje, pero LaLiga lo frenó. Si Michu, director deportivo del Oviedo, explicaba detalles interesantes del límite salarial, el agente de Lizoain ahondaba en Radio Marca.

Tote, que fuera futbolista del Málaga la década pasada, es el encargado de representar al portero canario y explica todo el proceso que ha desembocado en la negativa de LaLiga al fichaje de Raúl Lizoain. No intervino sólo el dinero. "Es un cúmulo de circunstancias, de cómo está montado el fútbol. En el Alcorcón nos dicen cuatro días antes del cierre de plazo que le dan la carta de despido. Tenía una oferta de la Ponferradina, muy buena para Raúl y el Alcorcón. No la aceptan y todo se enquista. A raíz de eso surge el interés del Málaga. Tengo que dar las gracias a Caminero, Víctor, Juan Rodríguez, a Koke Contreras... Por su respeto y cómo se han portado. Pero se da la mala suerte de que por el límite salarial no puede ir. Cuando estaba todo hecho para hacerlo hoy (por ayer) y que entrenara ya mañana (por hoy), pues no se ha podido hacer", decía el que fuera delantero malaguista.

Daba más datos Tote. "Es un tema del salario que ha tenido Raúl en Las Palmas y Alcorcón en los dos últimos años. Le hacen algo así como una media de lo percibido y los equipos han llegado a un acuerdo con LaLiga en una cifra mínima de la que no se pueden pasar cuando va a otro club. Y Raúl la pasaba. Además, cumplía más de 20 partidos en dos años. También hay una norma que dice que, para este tipo de fichajes, los jugadores no pueden haber jugado más de 20 partidos en dos años y no lo cumplía, había jugado más. Es un poquito de todo. No creíamos que era así. Es una rabia. Estaba libre y tenía un club como el Málaga que le quiere y no se puede concretar", desarrollaba el representante su visión.

"No es justo. LaLiga lo que hace ir a por el Málaga, pero esto lo paga Raúl y es lo que no puede ser. Al final paga haber jugado en Primera, ha ganado ahí lo que se merecía... No lo entiendo mucho, Raúl no puede jugar y nos hacía mucha ilusión jugar en Málaga, por club, por afición, por ciudad... Pero no puede y es una pena", se lamentaba Tote, que daba más detalles de los problemas que tiene el club de Martiricos: "El Málaga tiene muchos hándicaps para fichar por su situación, es un club que tiene problemas, tienen que juntarse muchas cosas para que un jugador puede fichar ahora. Hablé con Cami [por Caminero] y de primeras sólo había cuatro fichas disponibles y sólo podían ir jugadores de Segunda B. Si eran profesionales debían cumplir varios requisitos, como ése de haber jugado 20 partidos o menos en los dos últimos años. Es también un tema de números por los ingresos que Raúl ha tenido. Creí que esas cosas ya no pasaban. Un jugador libre, que quiere fichar por un club, pues no puede. Da rabia, porque no es un tema deportivo. El Alcorcón le despide porque no le puede pagar su salario, cuando es un tema de dinero que te ofrecen sin que nadie les ponga una pistola en el pecho. No hacen bien las cosas y te tienes que ir. Esto no se puede hacer a nadie, a una familia, si queremos ser la mejor liga del mundo. No se puede jugar con las personas así".

Raúl Lizoain: "Aún espero que se pueda solucionar"

El portero admitía estar "muy bajo de ánimo" y daba sus razones de lo que consideraba una injusticia. "Ya lo quiero es jugar y cuando llega el interés de un equipo como el Málaga, el cuerpo técnico y la dirección deportiva confían en ti, les doy las gracias por ello, que ocurra esto cuando todo estaba encaminado... Yo estaba en Primera y cobraba más que en Segunda, es normal. Son normas que fastidian al jugador, no se entienden, pero están establecidas y no se puede hacer nada" afirmaba.

"Llámame iluso, pero tengo la esperanza de que todo se solucione, de que vean la parte humana. Voy cobrando x porque quiero ir a ese lugar, espero que me dejen ir. Cuando esa esperanza se diluya pues veré qué pasa, por si sale algo. A alguien de LaLiga le diría que tenemos familia, que somos personas y que entiendo que hay unas normas y controles que hay que respetar, pero si un jugador está libre y puede ejercer su profesión a cambio de la retribución que uno elija no nos lo pueden negar. Si ejerzo mi profesión por una cantidad que yo acepto... Espero que se solucione, aunque esté difícil", remataba el portero canario.