Mientras la dirección deportiva del Málaga acelera para la incorporación de nuevos fichajes que refuercen la plantilla con vistas a la segunda vuelta, en el club continúan con el proceso derivado de la denuncia de Cenk Gönen. La entidad de Martiricos, a través de su responsable jurídico, ha realizado y enviado un segundo escrito a la FIFA cuando todavía sigue esperando alguna respuesta o reacción al primero de ellos.

La FIFA decidió sancionar al Málaga con la prohibición de realizar fichajes en las tres próximas ventanas (hasta 2023) después de dar la razón a Cenk Gönen en su denuncia contra la entidad de La Rosaleda, a la que reclama una compensación económica que supera los 800.000 euros. En Martiricos se argumentó que no había recibido la notificación de la federación internacional por los canales correctos pero que el asunto sería subsanado y que si es necesario se acudirá al TAS.

En todo momento el club ha querido mostrar optimismo y confianza, que es exactamente lo que transmite el propio administrador judicial. José María Muñoz consideró desde el primer momento que esta sanción quedará eliminada en el mismo momento en el que el Málaga haga frente al pago de la cantidad que se adeuda al exportero turco. Sin embargo, todavía no ha liquidado.

Sigue esperando el Málaga, además de alguna respuesta por parte de la FIFA, que entren en las arcas varias inyecciones económicas. Hubo un ingreso por parte del Real Murcia de 168.000 euros y se espera para estos días que llegue el adelanto de los derechos televisivos de los meses de enero y febrero (ascienden a unos 800.000 euros). Todo sin contar con el primer pago del acuerdo entre LaLiga y CVC, fundamental para que el club pueda acudir al mercado de fichajes.