Con una semana de retraso por la celebración de los dos partidos amistosos de Noruega, ante Luxemburgo y Grecia, que han dejado un dinero estimable en la situación actual en las arcas del club por el alquiler de las instalaciones, el Málaga procede desde este lunes a la renovación del césped del coliseo de Martiricos para que esté a punto para el inicio de LaLiga, fijado en principio para el el fin de semana del 14 de agosto. El equipo está citado para la segunda semana de julio iniciar el trabajo.

Es una maniobra que tarda completamente entre ocho y nueve semanas, así que se llegaría a punto para el inicio de la competición. Se realizan diferentes trabajos de adecuación y activación para que el césped esté perfectamente y aguante un año largo, algo en lo que se mejoró mucho en los últimos años. Durante un tiempo prolongado fue un problema por su mal estado, ahora ejemplar en las últimas temporadas. El hecho de que se pudiera recaudar dinero con los partidos de Noruega dilató una semana el proceso habitual.

Este año ha habido un uso intensivo del césped de La Rosaleda, ya que no sólo lo ha empleado el primer equipo. También el filial y el juvenil jugaron un partido porque el campo de la Federación ya estaba en proceso de cambio. Y antes se jugaron un partido de la Supercopa (Athletic-Real Madrid), un Noruega-Turquía de clasificación para el Mundial y estos amistosos del país nórdico, que ha escogido Málaga como su segundo hogar por las restricciones de la pandemia que hay en su país.

La previsión es empezar a entrenar la próxima pretemporada en el campo de La Federación, que ya ha sido lugar habitual de trabajo en otros arranques mientras La Rosaleda mudaba su piel. La habilitación de los primeros campos de la Academia de Arraijanal para su uso se aguarda para finales de 2021 si se sigue el ritmo actual de las obras. Será en La Federación donde, en principio, juegue el Málaga juvenil la eliminatoria previa de la Copa de Campeones ante el Athletic de Bilbao.