Algo ha cambiado en el Málaga CF de la pasada temporada a esta y se nota fácilmente con ver los partidos de la entidad de la Costa del Sol en la categoría de bronce del fútbol español y es que el no rendirse está dando resultados, a diferencia del curso anterior, en el que si algo podía salir mal, pues así era finalmente. 

Esta campaña los andaluces comenzaron por detrás en el luminoso hasta en ocho ocasiones y solo acabaron perdiendo en dos ocasiones. El cuadro de Sergio Pellicer se vio por debajo en el marcador ante el CD Castellón, Atlético Baleares, Recreativo de Huelva, Córdoba CF, UD Ibiza, Alcoyano, Real Murcia y, por último, el CF Intercity, pero solo se fueron con las manos vacías de sus enfrentamientos contra el propio Castellón y el Alcoyano. 

Esta es una de las claves para que el Málaga CF pueda mantenerse en la lucha por el ascenso desde el inicio de la temporada, pues los equipos, que triunfan, son los que no se rinden y tienen esa pizca de fortuna que te hace puntuar, ya sea de uno en uno o de tres en tres en jornadas, en las que no te sale el partido como esperabas. 

Otro factor positivo para los de Sergio Pellicer es que esta actitud de no dejarse llevar y seguir peleando hasta que el colegiado indique el final es que acaba salvando algunos partidos en los descuentos o últimos minutos del tiempo reglamentario, como puede ser el caso del tanto de Einar Galilea ante el filial del Atlético de Madrid, el empate de Haitam contra el Córdoba CF en el 86' y, por último, el derechazo de Dani Lorenzo en Orihuela contra el CF Intercity en el 94'. Puede no parecer algo reseñable, pero son, al menos, cuatro puntos, que mantienen a los malagueños en la lucha por los primeros puestos en vez de hacerlo por estar playoffs.