La temporada del Málaga se puede considerar ya un éxito una vez la salvación está "en la palma de la mano", como decía Pellicer. Falta la constatación matemática mientras se deja rienda suelta a una difícil concatenación de resultados por la que se pudiera tener la opción de estar en la fase de ascenso. Son palabras mayores y parece muy complicado, pero...

Si hay que apuntar a un responsable de esta situación, Manolo Gaspar, director deportivo, está en mente de todos. En su primer verano con responsabilidad para confeccionar el equipo tenía la guadaña encima por tener el límite salarial más bajo de la categoría y una limitación de 18 jugadores profesionales. Con ejercicios de funambulista, se confeccionó una plantilla capaz de competir. El trabajo de Sergio Pellicer está siendo ímprobo y el compromiso del vestuario, impecable. Todo junto, ha propiciado un estado de calma que también existe, aunque sea tensa, institucionalmente con el provisional mando de José María Muñoz.

"Seguimos avanzando desde la unión y la humildad. El trabajo es brutal. Siento orgullo de todos", decía el paleño a través de las redes sociales, expresando su satisfacción por la marcha del equipo, a centímetros del objetivo ineludible y que en verano se veía complicado. La distancia con la zona de descenso es ya de 13 puntos, más de cuatro partidos cuando quedan ocho por jugar. Con el play off, siete, con un partido menos jugado por el Rayo, quien marca la frontera. Se habla de hambre, exigencia y ambición. Pero, a la hora de valorar la temporada, que aún no acabó, hay que tener presente cuál era la perspectiva en septiembre.

Seguimos avanzando desde la unión y la humildad💪. El trabajo ⛏ es brutal. Siento orgullo de todos. 🤜💙🤛#ContraVientoyMarea#MCF pic.twitter.com/w5k1qzQzSO

— Manolo Gaspar (@manologaspar20) April 11, 2021