málaga CF | Andrés Tomás prieto Albert. futbolista del málaga cf.

"Mentiría si dijese que no espero una oportunidad en estos partidos"

  • Lleva todo el curso a la sombra de Roberto, acepta su rol, pero ahora también espera poder tener minutos

  • Andrés Prieto quiere ser el jefe de la portería la temporada que viene, porque tiene muy claro que se queda

Andrés Prieto posa para 'Málaga Hoy'.

Andrés Prieto posa para 'Málaga Hoy'.

Escapar de los tópicos que acompañan a los futbolistas no es una tarea sencilla. Pero lejos del sentir generalizado, existen infinidad de ejemplos de personas sencillas y trabajadores que simplemente tienen la suerte de dedicarse profesionalmente a su pasión. Andrés Prieto es un claro ejemplo de ello. Normalidad dentro y fuera del campo, respuestas claras sin sobrepasar límites. Como buen portero, no se asusta, pero también sabe cuándo enviar un balón a córner...

-Tuvieron una sesión muy larga [ayer] a pesar de que no hay mucho en juego, ¿cómo se lleva?

-Es la forma de trabajar del míster y tenemos que respetarla. Somos profesionales y tenemos que hacer lo que requiera para su método. Hay que llevarlo de la mejor manera posible.

-Una vez descendidos, ¿con qué mentalidad se afronta el día a día?

-Es complicado, sobre todo la semana pasada, fue muy dura. Y en el partido en La Rosaleda [ante la Real], aunque yo no jugara, sufrí por mis compañeros. Es una situación que nos mancha a todos. No creo que sea por falta de profesionalidad, da ganas o de compromiso, simplemente no se han hecho las cosas bien. Entendemos el malestar de la gente, pero eso no quita que sea duro vivir algo así.

-Si no es falta de profesionalidad o compromiso, ¿de qué es falta, de calidad?

-Yo tampoco creo que sea falta de calidad. Lo he comentado otras veces. Las cosas no se han dado desde el principio, nada nos ha salido. Cuando no se han hecho las cosas bien y hemos necesitado ese puntito de suerte, no lo hemos tenido. Es verdad que suena a tópico, pero esto es Primera División y bajan tres, este año nos ha tocado a nosotros. Cuando te toca, te toca. Cuando hemos necesitado suerte, no la hemos tenido, mínimos errores nos han castigado con puntos, muchos partidos que por juego deberíamos haber ganado nos penalizaron pequeños errores. Hay que asumirlo de la mejor manera posible, no es nuestro año y a pensar en el año que viene para revertir esta situación.

-¿Cómo está el vestuario?

-La semana pasada, como decía, sí fue atípica y dura. Estábamos tristes. Hay un vestuario muy sano, sin egos ni gente por encima de otra. La gente que no juega aprieta mucho y es profesional, no hay nadie que se baje del barco, somos una piña, buena gente y tratamos de llevarlo lo mejor posible.

-¿Cuál es el plan para esta recta final? ¿Qué ha dicho José?

-En la línea de lo que ha dicho él, acabar de la mejor manera posible, demostrar que somos honrados, ser disciplinados y sacrificados. Ya no podemos optar a la salvación, pero sí tratar de demostrar hasta el último día que estamos capacitados para esto y, dentro de lo posible, tratar de conseguir victorias para dejar un buen sabor de boca con vistas a la temporada que viene.

-Pensando en la temporada que viene, ¿cree que debería ir jugando usted algunos partidos?

-Bueno, eso es algo que obviamente tendría que decidir el míster. Yo no es que esté preparado ahora, es que he estado preparado toda la temporada. Roberto lo ha estado haciendo muy bien y yo entiendo que haya jugado hasta ahora. Mentiría si dijera que no espero una oportunidad, porque la espero. Pero no ahora, llevo todo el año esperándola con mucho trabajo y sacrificio. Espero tenerla, ojalá sea así.

-De los pocos jugadores que se salvan haciendo un análisis individual, dos son Roberto y Andrés...

-El fútbol es complicado. Pero Roberto, a pesar de que el equipo haya perdido, ha tenido muy buenas actuaciones. Hemos recibido muchos tiros y ataques y ha podido demostrar que es un portero muy bueno. Por mi parte, en lo que me incumbe a mí, noto el cariño de la afición desde el minuto uno, me siento arropado. Esa tranquilidad me permite luego hacerlo bien en el campo. Si tengo oportunidad de jugar de aquí a final de temporada, trataré de seguir por esa línea. El Málaga apostó por mí y yo voy a apostar ahora por el Málaga.

-Y muchos de esos aficionados le quieren a usted de titular para la próxima temporada.

-Ojalá. Por la parte que a mí me toca, yo voy a trabajar para ello. Mi objetivo es seguir aquí, siento que se lo debo al Málaga, quedarme y luchar por el ascenso. Ojalá como titular. Tanto Kellyan como cualquier otro chico están capacitados de sobra para jugar en el primer equipo porque entrenan a diario y lo demuestran. Después tendrá que decidir Husillos. Pero yo me siento capacitado para jugar aquí.

-Eso que cuando llegó se dijo que los cálculos del club eran Roberto-Gönen y Andrés para el filial si subía a Segunda B.

-El club nunca dio una versión oficial a eso. Yo ficho para el primer equipo, estaba en el Espanyol y tenía una oferta de renovación y también de Segunda. Para mí era impensable venir aquí a jugar al filial a Segunda B... no iba a ser para eso ni aunque subiera. Sí es verdad que se me dijo cuando llegó Cenk (Gönen) que iba a ser el tercer portero y que o me buscase una salida a Segunda o me quedase para luchar el puesto. Agradecérselo a Míchel que nos dio oportunidades a los dos y se decidió por mí. Yo venía sin nombre, pero él destaca por eso, por valorar el rendimiento y le da igual quién seas.

-Lo de que su llegada era para un teórico ascenso del filial era versión oficial del club...

-Yo firmé en abril ya para el primer equipo, era imposible, no podía tener dorsal, tenía mi licencia del primer equipo firmada. Sería ilógico, si tenía ofertas para seguir en el Espanyol, la del Málaga y las de Segunda, las sopesé y aquí es donde hubo más interés. Yo llevaba tres años en el Espanyol, quería cambiar de aires. Entiéndame que me sorprenda eso.

-Cambiemos de tema, ¿cuáles fueron sus primeros pasos? ¿Desde niño tenía claro que quería ser portero?

-La verdad es que en mi familia nadie ha sido futbolista o deportista. No es como el caso de otros compañeros. De hecho yo empecé jugando al baloncesto, por casualidad acabé jugando al fútbol sala en mi colegio, Maristas de Alicante, y de ahí al Hércules. Con 14 años me fichó el Real Madrid y estuve siete años, hasta llegar al Castilla. Entonces me firmó el Espanyol, estuve dos años en el filial y el último en el primer equipo.

-¿Se lo cree uno cuando le dicen que va a fichar por la cantera del Real Madrid?

-Es complicado, tenía 14 años. Yo en el Hércules jugaba dos años por encima de mi categoría. Tuve la suerte de que el Barcelona también vino a por mí y tuve que elegir. La figura del entrenador de porteros Luis Llopis, que ahora está con Zidane, fue importante para decidirme. Para un niño es algo que no entraba en mi cabeza, en mis planes.

-¿Cómo fue aquella experiencia? ¿Se pasa mal?

-Yo tuve la suerte de que mis padres venían casi todos los fines de semanas. Otros no tuvieron esa fortuna y tenían que pasarlos solos. Yo veía, por ejemplo, a mis amigos de Alicante salir a cenar, a tomar algo... y uno con una vida desde los 14 años enfocada a ser futbolista profesional. No cambiaría nada porque lo que soy a día de hoy, en parte, lo aprendí allí, estuve cinco años en la residencia, me formé como persona. Es algo que te obliga a madurar antes que cualquier otro niño. Estás solo, afrontando problemas, esa presión de jugar en el Madrid. Te hace crecer y gracias a eso estoy en esta situación.

-¿Dejó muchos amigos?

-Sí, los más visibles son los que están ahora en el primer equipo, pero también otros que ahora ni siguen jugando. Por suerte, el fútbol te hace conocer a personas muy sanas y he tenido la fortuna de guardar amistades.

-Pero también deja muchos juguetes rotos por el camino.

-Sí. Mi familia y mi entorno siempre trató de hacerme entender que si no era futbolista no pasaba nada, que siguiera con mis estudios, que estuviese preparado para las malas. En ese sentido, tuve mucha suerte. Sí que es verdad que en residencia éramos al principio 35 y luego al año siguiente quedábamos ocho. Iban 30 fuera y entraban 30 nuevos. Eso vivirlo siete años, salvando la quema, al final... Tienes amigos ahora jugando en preferente o fuera del fútbol que han tocado con sus manos el llegar a la élite. Por una parte te sientes mal por ellos, pero por otra, te sientes un privilegiado de cumplir el sueño que otros muchos no pudieron cumplir.

-¿Hizo caso a sus padres y siguió formándose?

-Sí, sí, estoy en la universidad, aunque sacando el título lentamente, sacando tres o cuatro asignaturas. Estoy haciendo la carrera de CAF, Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Con mucha calma porque este trabajo te exprime y es duro mentalmente. Por la tarde no paramos, estás en el gimnasio por tu cuenta o en tratamiento. Pero trato de no tener la mente parada.

-¿Es verdad eso de que los porteros están un poco locos?

-[Risas] Es verdad que se dice. Es la posición más diferenciada del campo, más específica. Yo no lo llamaría locura, pero sí tienes que tener un punto de valentía y un poco de jerarquía, de personalidad. También hay jugadores que los ves que están un poquito más p'allá. Si habla con Roberto, por ejemplo, es un tío normal y corriente. Pero sí se necesita más personalidad y valentía que en cualquier otra zona del campo.

-¿Y qué portero ha sido su ídolo o referente?

-Desde pequeño ha sido Iker Casillas, con el que crecí. Iker y Buffon. Luego, cuando vas creciendo, en función a tus características te vas fijando en otros. A día de hoy me fijo en porteros como Neuer, Courtois. De pequeño también me gustaban mucho Andrés Palop y Diego López, que el año pasado tuve la suerte de coincidir con él.

-¿Cómo es eso de coincidir con un ídolo?

-Cuando antes le decía que estaba entre el Madrid y el Barcelona, también me quería el Villarreal. Me llevaron a visitar las instalaciones y para tratar de que me quedase allí me lo presentaron y me regalaron su camiseta. El año pasado se la enseñaba y se descojonaba. Yo iba creciendo y me daba cuenta de que a lo mejor me iba pareciendo más a Diego López que a Casillas, un portero completamente distinto. A partir de ahí lo tomé como referente. No ha sido al que más pero sí lo admiraba. También seguía a Roberto en el Zaragoza o el Olympiacos. El año pasado fue un máster y creo que lo he aprovechado.

-Que un referente se haga de carne y hueso puede ser decepcionante en algunos casos...

-Con todos los porteros que admiraba y he tenido la suerte de coincidir, son personas espectaculares. Con Diego me sorprendí de lo buena gente que era, del trato. De hecho seguimos manteniendo el contacto cada poco tiempo. Con Buffon coincidí en un partido de pretemporada, pudimos charlar e intercambiar camisetas. Es muy buena gente también. Roberto también es un tipo excepcional. Lo mismo que Iker, con el que pude coincidir entrenando con el Madrid. En ese sentido puedo decir que he tenido suerte. Hasta con Palop pude charlar siendo él entrenador. He jugado o entrenado con casi todos los porteros que yo admiraba, no creo que mucha gente lo pueda decir. Y me han reafirmado lo que representaban.

-¿Y quién es el mejor portero del mundo a día de hoy?

-Es complicado decir uno, pero creo que el más completo y que más en forma está es Ter Stegen.

-¿Más que Oblak?

-Oblak es increíble, pero él está a día de hoy un paso por encima del resto. También De Gea. Ese sería mi orden ahora mismo.

-¿Y en el Málaga con quién ha hecho más migas?

-Me sabría mal decir uno y dejar fuera a otro. Sí puedo decir que es un grupo muy sano y humilde. No hay nadie que no se le pueda mirar ni tocar. Son muy humanos, muy buena gente. Es verdad que se tiene más afinidad con unos que con otros. Pero entre todos nos llevamos muy bien.

-Y cuando acaban los entrenamientos, ¿qué hace Andrés?

-Yo mi vida trato de llevarla con orden. Vengo casi todos los días a las 8:45, desayuno, hago mi rutina de gimnasio siempre, me trato si me tengo que tratar, a veces como aquí. Y a casa con mi novia, que me espera con ganas de verme. Normalmente de lunes a jueves, dos o tres tardes, suelo ir al gimnasio o al fisio a seguir mis rutinas de prevención. Hago también pilates, que es bueno para ganar elasticidad, movilidad... Somos profesionales, vivimos de nuestro cuerpo y tenemos que cuidarlo. En el fin de semana sí que trato de abstraerme un poco y sí que nos encanta ir al centro. Solemos ir allí, tomamos un café, damos una vuelta por calle Larios. Nos encanta Málaga, nos sentimos muy a gusto. Caminar por la ciudad me carga las pilas. También salir por el paseo con nuestras dos perritas. Nos gusta pasear por la playa, ir a un chiringuito. Una vida muy llana.

-Tenía entendido precisamente que suele ir a trabajar por su cuenta al Ciudad de Málaga.

-Sí, no suelo parar aunque nos den libre. Si no viniendo aquí, por mi cuenta yendo al gimnasio. Cada uno se conoce. Hay gente a la que le vendrá bien descansar. Yo en la situación en la que estoy... se suele decir que cuando no juegas tienes que trabajar, aunque parezca mentira, el doble. Hay que compensar esos minutos que no juegas y es lo que trato de hacer. A pesar de que aquí tenemos unas exigencias yo trato de marcarme las mías. En eso soy muy martillo pilón. Lo sigo a rajatabla.

-Para terminar, ¿qué es mejor una parada o un gol?

-Una parada. Siempre. Para mí, una parada. Para el espectador el fútbol son goles, pero la satisfacción que sientes al hacer una parada es nuestra satisfacción, nuestra gasolina.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios