Moussa Diarra, una entrada brutal y un castigo de Sergio Pellicer

Moussa Diarra volvía a jugar con el primer equipo del Málaga después de una larga lesión en el pie desde que debutara con el primer equipo a las órdenes de Pepe Mel. El central africano tuvo una larga convalecencia después de que la recuperación no fuera por el camino correcto. Ya estuvo al final de la temporada con el Atlético Malagueño y está haciendo la pretemporada con el primer equipo. Sus condiciones físicas parecen intactas y está causando buena impresión.

Pero el central de Bamako hizo una entrada brutal en el tramo final de la primera parte con un planchazo a la altura del muslo sobre Iker Gil, atacante del Marbella, en el centro del campo. Tras ser atendido, el jugador blanquillo debió retirarse con evidentes gestos de dolor. Los jugadores rivales reprocharon a Moussa cómo había entrado y hasta los propios compañeros intentaban calmarle después de que el árbitro le perdonara la expulsión y sólo le mostrara la amarilla.

La reacción de Pellicer fue la de cambiar inmediatamente al central antes de que acabara el periodo, en el minuto 40. Salió en su lugar Andrés Caro. Más allá de la enseñanza de no tener que emplearse con tanta agresividad en una prueba, también seguro que se le pasó por la cabeza al técnico de Nules el gran número de expulsiones evitables que padeció el equipo la pasada temporada y que costaron muchos puntos y, en última instancia, el descenso a Primera RFEF. Hay que trabajar en eso porque en la tercera categoría hay que medir también los tiempos y la manera de emplearse. La entrada de Moussa hubiera sido una expulsión clara y más de un partido de sanción. Iker fue relevado por Jouel tras retirarse apoyado en el cuerpo médico para ser evaluado con las pruebas para ver el alcance de la lesión.