La FIFA ha entregado un documento a las tres federaciones que organizarán de manera conjunta el Mundial de 2030 en el que se especifican los requisitos para que las diferentes ciudades y sus estadios puedan ser aptas para ser sedes. Hay que recordar que Málaga y La Rosaleda están dentro del abanico de candidatos por parte de la RFEF, que todavía no sabe con cuántas plazas podrá contar por las diferencias de criterios e intereses con Portugal y, sobre todo, Marruecos.

"En el caso de que una candidatura no pueda demostrar el cumplimiento de alguno de estos requisitos, la FIFA estará facultada y se reserva el derecho para determinar que dicha candidatura no es apta para ser presentada", avisa con antelación en su escrito la FIFA, con quien España se va a reunir esta semana para tratar de lograr que el Mundial cuente con más sedes y eso implique que algún estadio más sea español.

Ya explicó en su momento que hay tres tipos de estadios que pueden albergar partidos de un mundial y el aforo es la clave. Los de al menos 80.000 plazas (España sólo tiene al Bernabéu y al Camp Nou) que pueden acoger partido inaugural y final. Los de 60.000 (al margen de los mencionados están La Cartuja, el Metropolitano y el Nuevo Mestalla) sirven hasta semifinales. Luego están los de al menos 40.000, que es donde se enmarcaría La Rosaleda y que pueden ser sedes de partidos hasta cuartos de final y también la final de consolación.

En cuanto a las medidas del césped, FIFA tiene unos parámetros claros y tiene que ser común a todos: 105 metros de largo por 68 de ancho. También tendrán que contar con 125 de metros de largo por línea de banda y 85 metros de ancho por línea de meta. El terreno de juego incluirá un pasillo de cinco metro de ancho alrededor del mismo césped para una salida segura y garantizar un espacio de cuestiones operativas. La hierba tendrá que ser césped natural con "refuerzo híbrido" y también contar con sistema de calefacción y aspirado que garantice que el agua superficial pueda ser retirada inmediatamente.

Todas las gradas tendrán que ser cubiertas y cada estadio tiene que contar con dos pantallas gigantes de 200 metros cuadrados. Además, FIFA se hace la dueña del recinto durante el mes previo y la semana posterior al evento. Como suele ser habitual en este tipo de eventos, también hay ciertas exigencias para entradas preferentes y palcos y palcos VIP. Lógicamente, los requisitos se extienden a las plazas de aparcamientos, taquillas y, por supuesto, ninguna firma comercial distinta a las que indique FIFA podrá aparecer en ninguno de los espacios mundialistas.