Blanco Leschuk no vive del gol. Y ya ha quedado claro después de más de cuatro meses de sequía. Pero las rachas de los delanteros son así de perversas. Y nunca se sabe cuándo se terminan. El calendario pone en el camino del argentino a su última víctima, el Numancia, a quien logró marcar un doblete en La Rosaleda.

Era la jornada 11. En La Rosaleda había ganas de fútbol y el equipo respondió desde pronto. Nada más empezar llegó la primera dentellada de Blanco Leschuk, que volvió a tirar de fauces en el 47. 2-0 partido resuelto y sexto tanto, una media superior al gol cada dos partidos. Fue el 29 de octubre de 2018. Pero el argentino aún no ha vuelto a poder celebrar un gol suyo.

No se puede olvidar, de cualquier modo, que Blanco Leschuk es mucho más que un delantero para este Málaga. El punta lleva prácticamente las mismas asistencias que goles en este curso, pero no está de más destacar que son cinco los pases que ha dado que han terminado en la red del rival. También cabe indicar que siempre que el Tiburón ha marcado, los blanquiazules han ganado.