La deriva de resultados en el Málaga CF, con el equipo a cuatro puntos de la salvación y ya durante demasiado tiempo instalado en la zona de descenso, hace que, por primera vez desde su llegada en septiembre para relevar a Pablo Guede, el club se plantee la destitución de Pepe Mel. En 18 partidos su balance es de 18 puntos, con tres duelos ganados, nueve empatados y seis perdidos. Es cierto que se elevó algo el nivel competitivo, pero los resultados no llegan, no lo suficiente para abandonar la zona roja. Y cada vez queda menos tiempo para salir.

El público de La Rosaleda estalló el sábado ante el Burgos. Apuntó más arriba que hacia Mel, a Gaspar y Muñoz, pero la realidad es que en este momento de la temporada, ya con tres fichajes realizados en invierno y con una plantilla que el técnico asumió como suya, aunque después matizara, desde el momento en que llegó hay pocas soluciones más desde el punto de vista deportivo. En los últimos meses se han devorado entrenadores (José Alberto, Natxo y Guede) sin que los resultados hayan mejorado y es un hándicap que lastra.

El tono de voz y el ánimo de Pepe Mel en la sala de prensa de La Rosaleda el pasado sábado era la de un técnico derrotado, que no da con la tecla pese a los intentos de cambiar, de haber utilizado casi una treintena de jugadores y de haber dispuesto ya de casi media vuelta para trabajar. Antes del duelo ante el Burgos, el técnico ya había admitido que "entendería que me echaran".

Son horas intensas en La Rosaleda. El equipo no entrena hasta este martes a las 18:00 horas y la dirección deportiva y el administrador judicial valoran si darle una jornada más a Pepe Mel en El Molinón para enderezar o proceder inmediatamente. Se deben valorar no sólo cosas deportivas para tomar la decisión. Hay nombres encima de la mesa. Sergio Pellicer es una opción sólida. Firmó dos meritorias salvaciones en 2019/20 y 2020/21 y, de manera algo sorprendente, salió entonces y se apostó por José Alberto. Tuvo la experiencia en el Fuenlabrada la campaña pasada, donde fue destituido antes de que se consumara el descenso. El recuerdo que dejó es, tras hacer campeón de España juvenil al Málaga y dirigir al filial, bueno.

Hay otros perfiles de técnicos a los que se ha vinculado recurrentemente al Málaga, como Martí o Baraja, alguno más mediático como Víctor Sánchez del Amo (no volvió a entrenar desde que salió de manera turbulenta de La Rosaleda) o Guti y alguno en el radar como Juan Ignacio Martínez (JIM), que sacó al Zaragoza de una situación crítica recientemente. Otros como Mendilibar, que veía al Málaga en Ipurua hace dos semanas, parecen fuera de alcance.

Es el momento de tomar decisiones. Mel ha contado con el respaldo del club, también de las instituciones, que monitorizan la situación del club con bastante preocupación (invirtieron buscando un ascenso y la liga de Segunda acaba el mismo día que son las elecciones municipales). Pero el Málaga sigue abajo metido.