La pretemporada avanza y el Málaga CF sigue cogiendo forma. Pese a que en la jornada del sábado el equipo no logró ningún resultado positivo, al menos en lo número y en cuanto a goles, sí dejó algunas pinceladas de lo que puede ser este nuevo equipo que intenta moldear Pablo Guede. Da pistas, muchas, de qué pretende hacer con sus jugadores de cara a esta temporada que inicia desde la casilla de salida el argentino. La presión y la posesión de la pelota serán mantras este curso. Quiere la pelota el técnico y que los suyos lleven la batuta.

Dejó claro Guede tras el partido que pese a que vienen trabajando con el 3-5-2, están abiertos a otros esquemas con línea de cuatro. En cualquier caso, la apuesta clara del entrenador para esta campaña es la línea de tres. Se ha reforzado con dos centrales interesantes como Burgos y Ramalho para ello, recupera a Juande y piensa contar con Andrés Caro. También anda por ahí Moussa. Ante el Cádiz quedó patente que aún se necesita limar mucho para que cuaje esto, principalmente a nivel defensivo, por los espacios que se abren. Aunque por contrapartida es muy interesante el papel que toma este trío en la salida de balón.

Los carrileros ganan también un papel muy importante, no sólo como cierre atrás en los costados sino porque en ataque son los que dan amplitud y llegan al segundo palo, claves este curso a nivel asistencial. El trío de mediocentros guarda más similitudes con lo último que intentó plantear Guede en el tramo final de la temporada, con un pivote y dos interiores que deben pisar área. Además prácticamente son los mismos hombres. Por último, la dupla ofensiva. De momento parecen tener más puntos Rubén Castro y Fran Sol como referentes, con el ex del Cartagena más fijo en posiciones centrales y con el ex armero más móvil, tirando desmarques y buscando la espalda de los defensas. También tirándose a los costados, un segundo delantero al uso.