En el fútbol español ha habido muchos dirigentes pintorescos y excéntricos. De aquí y de allá. En el Málaga ha habido algunos, destacando especialmente el sheikh Abdullah Al-Thani, apartado desde febrero de 2020 por mandato judicial. En la misma orilla del Mediterráneo, el Almería pasó de Alfonso García a Turki Al-Sheikh, otro jeque que irrumpió con fuerza en Segunda en agosto de 2019. Y es Portillo el primer jugador que puede decir que ha estado en manos de ambos.

Portillo firmó por dos temporadas con el conjunto rojiblanco con el firme propósito de regresar a Primera División en el tercer intento del Almería desde que llegó el poderoso saudí, cuyo proyecto es ahora más modesto aunque con mayores posibilidades que gran parte de los clubes de la categoría. El paleño es el primer y único futbolista que ha estado en una plantilla de un jeque y otro.

El mediapunta malagueño jugó el año de la Champions, participando en ocho encuentros. Portillo se estrenó en Atenas en la vuelta de la eliminatoria previa frente al Panathinaikos. Luego jugó en los dos partidos ante el Zenit de San Petersburgo,  en casa ante el AC Milan y el Anderlecht, en la ida en Oporto, y en ambos choques contra el Borussia de Dortmund. El canterano, por otro lado, no fue una opción para el Málaga este verano.

Hay otro nombre, reciente, como es el de Yanis Rahmani (del que Málaga, por cierto, sigue sin olvidarse). El extremo francoargelino pertenece al Almería (con el que sólo ha llegado a participar en dos encuentros oficiales). El curso pasado estuvo en el conjunto blanquiazul, pero no bajo el mandato del apartado e investigado Al-Thani, por mucho que hasta que se demuestre lo contrario sigue siendo el máximo accionista en Martiricos.

Otro nexo fue el entrenador portugués José Gomes, que fue uno de los ayudantes de Jesualdo Ferreira, primer técnico de la era Al-Thani. El luso hizo un gran trabajo el curso anterior con el Almería, pero aun así fue destituido por Al-Sheikh, que ya ha visto desfilar también a un buen número de técnicos.