Previa y horario del Amorebieta - Málaga CF

Necesidad y urgencia (18:15)

  • El Málaga juega una nueva final ante el Amorebieta en Lezama, un rival directo por evitar el descenso

  • La baja de Escassi, principal revés para Natxo en su planteamiento

Vadillo y Brandon celebran el último gol blanquiazul.

Vadillo y Brandon celebran el último gol blanquiazul. / Marilú Báez

El Málaga CF juega esta domingo otro partido considerado como una final. Puede que sea así de aquí hasta final de temporada, que cada uno de los 39 puntos que aún quedan en juego sean vitales para que las matemáticas den tranquilidad al equipo en la categoría. Los puntos Amorebieta, un rival directo que ocupa puestos de descenso, debe ser considerado como de final en Lezama. El Málaga se juega mucho, mucho más que tres puntos. 

El empate del pasado fin de semana ante el Cartagena hubiera cambiado el escenario completamente si el partido no tuviera esos minutos de descuento con los que Okazaki dividió el botín en tres partes y al mandó al limbo una. Afrontar lo que viene y lo que está por venir con esos tres puntos y derribada la barrera moral y mental del triunfo hubiera supuesto un refuerzo mayúsculo para los blanquiazules, que completaron buenos minutos ante los cartaginenses y tocaron con la yema de los dedos ese primer objetivo desde la llegada de Natxo González, que sigue atragantándosele.

"Fue un palo duro. Con ganas después del palo del otro día, darle la vuelta a la situación y volver con mentalidad ganadora a intentar meternos otra vez en la pelea", expresaba Natxo en rueda de prensa previa, el pasado viernes. Ahonda el técnico en el aspecto psicológico, principal muro con el que se está chocando una y otra vez el equipo. En los gestos y expresiones de los jugadores del Málaga tras el gol del Cartagena no sólo estaba el reflejo de cómo se perdieron dos puntos, sino como se perdieron mucho más de un tiempo a esta parte. Esa mochila que carga la plantilla es pesada, mucho, y vaciarla sólo pasa por el sendero de las victorias.

El cambio por el que apostó Natxo ante el Cartagena, moviendo las posiciones de Jozabed y Febas, retrasando al sevillano y adelantando varios metros al último fichaje blanquiazul, supuso una clara mejoría para el equipo, tanto en control del juego como en verticalidad y frescura en los metros finales. Había pasado ya muchos partidos desde que el Málaga no lograba generar tantas y tan claras ocasiones, aunque la demora de la efectividad volvía a ser recurrente. Pese a ello, parece que el entrenador encontró algo a lo que agarrarse, un crecimiento más que palpable en sus jugadores y algo por lo que apostar y dar continuidad.

Es un partido de necesidades, si la del Málaga es profunda y urgente, la del Amorebieta cursa por el mismo río. Los blanquiazules han sumado sólo siete puntos de los últimos 30, diez partidos en los que ganó sólo uno ante el actual colista, el Alcorcón, empató cuatro y perdió los cinco restantes. Los vascos, en sus últimos diez, sacó nueve puntos de los 30 que tuvo en juego con una única victoria también pero con seis empates. Los tres restantes, derrotas. Los de Íñigo Vélez llegan además tras dos duras y contundentes derrotas ante Leganés (1-3) y Valladolid (5-1), en los que ha recibido ocho goles.

En el Málaga, sin duda la baja de Alberto Escassi es un dolor de cabeza para Natxo. Pierde a uno de sus fijos, además único pivote de sus características que estaba sana para este encuentro. Le tocará inventar, aunque es Ramón el que más puntos guarda para ocupar esa posición en la medular. Andrés Caro también podría ser una opción, aunque aparentemente es más remota. En cuanto al resto, la entrada de Paulino, que regresa a la convocatoria, es lo más factible, sobre todo tras la lesión de Jairo. Vadillo-Antoñín y Brandon-Roberto, otras dudas.

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