El Málaga no anda bien, pero no pierde. Ganó con el gancho al Atlético de Madrid B, como diría el propio Sergio Pellicer. Tres puntos vitales para poder seguir aspirando a ser segundo y, de paso alejar algún fantasma viendo al Ceuta y Murcia (próximo visitante en La Rosaleda) disparados hacia arriba. Logró ganar porque Dani Lorenzo ilumina todo a su paso y Roberto anda fino. El resto fue manual de resistencia y una celebración del pitido final que dice mucho de la presión que estaba y está sintiendo el equipo y de cómo se pusieron las cosas ante los cachorros rojiblancos.

Y eso que se presentó pronto al partido el Málaga, con un póquer de ataque formado por los cuatro aventajados de la cantera y el resto de la alineación básica de Sergio Pellicer con el matiz del centro de la defensa. No le costó hacerse con el control del juego con y sin balón ante un filial rojiblanco algo verde.

Imagen del Atlético de Madrid B - Málaga CF

El primero en avisar fue Larrubia, al que se le marchó alto un disparo en su zona ideal. El malagueño entró por Ferreiro en el once, quizás el cambio de cromos más llamativo de todos. Sin embargo la mayoría de cosas sucedían por el otro perfil y casi todas con Kevin como protagonista.

El extremo malagueño lograba zafarse con calidad de sus marcadores y probó fortuna dos veces entrando hacia dentro. Gomis le aguó la fiesta en sendas ocasiones. El Atleti empezaba a contemplar las faltas como única vía para detenerle.

El propio Kevin fue quien encontró a Dani Lorenzo en la zona donde hay que levantar la persiana. El marbellí filtró un pase espectacular a Roberto, que primero aguantó bien para no caer en fuera de juego y después batió a placer al meta colchonero.

El Málaga siguió controlando al rival y tratando de concederle lo mínimo. El Jebari amenazó con un disparo lateral y además los rojiblancos sumaron algún saque de esquina, pero los de Pellicer estaban serios y metidos en el partido, tratando de que no pasasen grandes cosas cuando los de Tevenet quisieron soltarse un poco la melena.

A menos en la segunda mitad

A pesar de que el Málaga tejió alguna buena acción en el arranque de la segunda mitad, el Atleti B empezó a opositar seriamente al empate, hurgando sobre todo en la banda derecha del Málaga. No tardó Pellicer en sentar a Gabilondo para meter a Moussa Diarra.

Lo estaba pasando mal el Málaga, que había perdido el balón hacía muchos minutos y empezaba a ver pasar a los rojiblancos como aviones. Le faltó precisión a Diego Bri en la finalización.

Pellicer le dio una vuelta al equipo y a la idea con sus cambios. Acabó con Avilés, Dioni y Roberto arriba y una medular con Ramón, Sangalli y Manu Molina. Casi sale bien con una contra en la que Avilés cedió para Dioni, que tras recortar al central se encontró con una buena salida de Gomis.

En el 84’ Cala volvió a perdonar de cabeza tras entrar desde atrás absolutamente solo en el segundo palo después de un centro desde el flanco diestro blanquiazul.

Aguantó a duras penas el Málaga el marcador intacto. Necesitaba los tres puntos con urgencia, pero no no dejó las mejores sensaciones en una segunda mitad en la que permitió que se le subiera a las barbas un filial. La victoria tiene mucho valor, pero ascender exige más.

Afición malaguista en el Atlético de Madrid B - Málaga CF,