El Málaga volverá más moreno y con un punto de Ibiza después de un partido que a grandes rasgos fue un calco del primero pero invirtiendo los papeles y el añadido de los goles. En esencia, los locales dominaron casi todo el partido y hasta se pusieron 2-0, los blanquiazules reaccionaron con un papel esencial de muchos canteranos y la guinda final de Dani Barrio. La primera hora del Málaga, salvo contados detalles fue para olvidar. Luego, los cambios de cromos y sistema alborotaron el partido. Primero se desató a Luis Muñoz, marcando el primero de muchos si el técnico le permite avistar área. Luego, la función de Roberto como pieza esencial en la mecánica y su capacidad para firmar un heroico 2-2 cuando hace nada se lamía las heridas tras perder la semifinal de la Copa de Campeones. Lo mismo que Haitam, que no pudo jugar aquella vez en Marbella, pero ha roto el cascaron con una acción de pelotero caro. En el club le ven con las mismas gafas que a Kevin. Sería injusto no mencionar la inteligencia de Jairo como parte fundamental de la reacción.

José Alberto no dudó en tirar de los mismos hombres que empezaron la temporada con el significativo cambio de meter a Antoñín como delantero titular en detrimento del canterano Roberto. La idea, en principio, era jugar igual. Pero la presión alta no era tan fiera como ante el Mirandés, faltaban piernas o se estaban midiendo para evitar pájaras como la de la segunda mitad del lunes pasado.

El Ibiza tenía otros planes. Mucho mas entero y firme, encontró casi siempre la manera de no perder el balón y llevarlo a zonas donde el Málaga era susceptible de sufrir. Tanto a la contra como en acciones más elaboradas. Los blanquiazules, tras un primer aviso de Javi Lara, anduvieron cerca de lograr quebrar el empate. Tenía que ser Kevin, que aprovechó una buena presión colectiva para recuperar el esférico cerca del área, maniobrar con astucia para prepararse el disparo y buscar la escuadra, pero se topó con Germán, muy acertado para frustrar el primer tanto profesional del joven malagueño.

Los baleares siguieron marcando el tempo y aprovecharon un mal balance defensivo para hacer el 1-0. El tanto de Bogusz parece dejar retratado a Ismael Casas, cuyo futuro en el Málaga se tratará esta semana. Sin embargo, tiene muchos padres. Cifu, extremo para medirse a sus ex, centró absolutamente solo, con Javi Jiménez colgado al pico del área. Peybernes jugó al veterano buscando la falta y acabó facilitando el acceso a Bogusz, Ismael no llegó a tiempo para rectificar y evitar el disparo. Paulino aparece de fondo cuando debía estar en la ayuda. Para colmo, Juande rompe el fuera de juego.

En el resto de la primera parte el Málaga prácticamente no existió. Inconexo, lento a veces, fundido. Hubo otro amago de Kevin y ya. El descanso debía servir para tomar aire y rectificar. Tomó un impulso que le permitió trenzar una buena acción en la que Brandon se coló en el área y puso un servicio que no encontró destinatario.

El Ibiza ni se inmutó. Siguió a lo suyo y marcó un golazo descomunal gracias al inspirado Bogusz. El extremo retó a Ismael, le recortó con la precisión justa para permitirse un disparo que dejó clavado a Dani Barrio. Pero el Málaga se negó a dar por perdido el partido. Los blanquiazules montaron un ataque que ejecutó Luis Muñoz apareciendo de la nada y demostrando que la libertad le hace mejor. El toque de Jairo para asistir, una delicatessen.

Casi reina el caos en una acción en la que Dani Barrio salió de sus dominios pero Castel, escorado tras recortarle, disparó fuera. Le faltó la fe que sí tuvo el Málaga, que tuvo que ser rescatado por dos chicos que el año pasado era parte del Juvenil A. Una brillante acción de Haitam, dejando su matrícula al latera y cediendo a Roberto. El delantero, que había tenido un buen debut y estaba siendo fundamental en el giro del partido, entró en el área y logró batir a Germán demostrando que con los mayores también sabe jugar y además el gol viene de serie. Para pólvora, La Academia.

Tuvo los tres puntos el Málaga en el 94’ en la cabeza de Juande, a lo Alexanco, tras un balón que parecía perdido y conectó sin la precisión necesaria. Se lamentaba el equipo aún cuando el Ibiza casi da la campanada en una contra que originó un córner. Dani Barrio terminó haciendo una intervención milagrosa y el rechace lo desperdició el cuadro ibicenco cuando todos los ojos vieron gol. Otro punto para el Málaga, igual que el primero, pero al revés.