Resultado y crónica del Elche - Málaga CF

Vuelta a las andadas (2-0)

  • El Málaga comenzó bien en Elche pero se descompuso y mostró una imagen que llevaba tiempo sin ofrecer

Los jugadores del Málaga se lamentan tras el primer gol del Elche

Los jugadores del Málaga se lamentan tras el primer gol del Elche / La Otra Foto

El Málaga vuelve a las andadas. Y vuelve porque muchos de sus jugadores estuvieron andando en el césped. Parecía que ya se había quitado viejas manías, pero no. La derrota en Elche es dar dos pasos atrás. Primero porque dejas de crecer y segundo porque rompes esa especie de aura de equipo intratable que tejió durante las nueves jornadas anteriores. Y eso que la puesta en escena fue más que decente. Ya no hay un mercado para arreglar la rotación. Adrián, Juankar, Munir, Pacheco, Juanpi, Cifu... Tienen que ser ejemplares siempre, en todo momento. Ahí está Nino con casi 40 años para sacarles los colores.

Fue osado con la alineación inicial Sergio Pellicer. Aun sabiendo que el Elche es un conjunto bien armado y que en casa se muestra siempre erguido, tiró más de calidad que de músculo. Prescindió de Renato Santos y dio la titularidad a Pacheco, que compartió espacio con Juanpi, Adrián e Hicham. Pese a que porcentualmente tuvo más balón en la primera partes, hubo, por decirlo de algún modo, dos mitades.

Impulsado por su racha de nueve partidos sin perder, el Málaga estuvo más que respondón. Llevó el peso y se asomó al área de Badía con gran peligro. Hicham fue el denominador común. Regaló un gol a Sadiku (4’), que no se sabe bien cómo no llegó a rematar cuando lo tenía todo a su favor. Después, tras una buena contra, eligió chutar, obligando a Badía a justificar su sueldo (13’).

A partir de ahí el Elche decidió ejercer de anfitrión. Ganó metros, manejó mejor el balón y encontró fisuras en la defensa del Málaga. El veteranísimo Nino estuvo en casi todas. Como ejecutor o como parte de la coherencia en el juego. Aunque el tanto fue una mezcla de inteligencia de Pere Milla y de falta de nervio de la zaga malaguista. Los ilicitanos pudieron irse hasta con más ventaja.

Es cierto que el Málaga terminó de desajustarse con la lesión de Juankar pasando la media hora. Pellicer, con un banquillo descompensado, tiró de Antoñín y redistribuyó piezas. Luis Muñoz pasó al lateral izquierdo y por el centro cosió a Adrián, Juanpi y Pacheco.

El descanso no le sirvió de nada al Málaga, que regresó aún más descompuesto y desubicado. El Elche se fue creciendo, se comenzó a gustar. Nino seguía comandando las operaciones y sus compañeros acumulando ocasiones. Sin embargo, fue sin él cuando los locales terminaron de ajusticiar a los blanquiazules. El 2-0 fue obra de Escriche, que tuvo que esperar al VAR. Era posición correcta.

No había mucho más que hacer en el Martínez Valero salvo no quedar excesivamente señalado. Porque el Elche puso de su parte para marcar alguno más. El Málaga, tras el 2-0, apenas algún gesto de cara a la galería. Adiós la racha de nueve partidos sin perder y a la sensación de que se había escapado de la ruina.

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