Resultado y crónica del Málaga CF - Castellón

Jo, qué viaje (3-0)

  • El Málaga despidió el curso con goleada y termina 12º con 53 puntos

  • Último partido de Pellicer como entrenador blanquiazul

El equipo celebra el 1-0 en el Málaga CF-Castellón

El equipo celebra el 1-0 en el Málaga CF-Castellón / marilú báez

Menudo viaje. El Málaga echa el telón a esta trascendental temporada, donde ha renacido de sus cenizas con un trabajo arduo en despachos y césped. Se despide con goleada, un broche de oro para el equipo de Sergio Pellicer, que deja la entidad después de un trabajo digno y fundamental para la supervivencia deportiva y también más allá. Deja poso y deja valor en forma de canteranos y jugadores revalorazidos. Imposible más con menos. 12ª con 53 puntos. El club con menor salario liga y menor presupuesto, con 18 fichas. Un sótano histórico. Panes y peces de Manolo Gaspar, al que se le va a pedir algo parecido en un verano en el que ha tomado la decisión más importante desde que llegó, apostar por un entrenador nuevo. José Alberto es el hombre. Pero eso será tras unas merecidas vacaciones para un vestuario que ha soportado tempestades.

El último once de Pellicer en el Málaga no estaba mal dentro de cómo se ha llegado a la meta. Ante la ausencia de Escassi, el técnico apostó por tirar de Luis Muñoz, Cristian y Jozabed, amparados en los extremos por Jairo y Rahmani y Caye Quintana en punta. Atrás acabó el curso el mismo que lo empezó, Dani Barrio, que ha acabado muy bien (como Juan Soriano) la temporada y es de los fijos para el curso que viene. En defensa Ismael Casas, Juande, Lombán y Matos.

Empezó como un rayo el Málaga, igual que en Leganés, con dos ocasiones clarísimas que abortó Campos. La primera, un espléndido cabezazo de Rahmani; la segunda, un balón del propio Yanis tocado por Caye y rematado con un gran gesto por Jairo, que no se creía lo que había sacado el portero.

Las emociones brillaron por su ausencia en los minutos posteriores. Algún que otro amago por cada contendiente, pero poquito más. Cuando todo parecía que se iría al descanso con igualdad, el Málaga sintonizó por fin algo decente y rompió las tablas. Un centro que Caye controló y aguantó hasta dar con Cristian Rodríguez, que se inventó una cucharita letal en el área que no alcanzó bien Luis Muñoz pero sí el onubense, muy atento.

Tardó en reanudarse el partido, esperando a que se comenzase de manera simultánea en los demás campos. Calentaban los hombres sobre el césped, con las piernas pidiendo ya vacaciones. Comenzaron los últimos 45 minutos del curso con un fogonazo y luego, la monotonía.

Pellicer observaba el partido desde un palquito, sufriendo por no haber podido despedirse de La Rosaleda en su banquillo, hollando su zona técnica antes del adiós. Al rato llegaron los cambios y dieron un resultado inmediato. Scepovic sumó un tanto más a su cuenta y oposita a quedarse en el equipo. Fue, hay que destacar, tras otra gran asistencia de Cristian y una buena combinación previa.

Todo parecía ya visto para sentencia, pero quedaban más de 20 minutos por delante antes de que sonara el himno del Málaga por megafonía y poner el broche de oro al accidentado curso. Muchos no volverán a oírlo. Se espera que lo hagas muchas veces Haitam, y que ponga en pie al estadio. Después de su show entre semana contra el Betis juvenil, sumó más horas de vuelo.

El que no se relajó fue Scepovic, que firmó un doblete tras colarse a la espalda de la defensa y batir a Campos con una vaselina deliciosa. Con lo que ha sufrido este curso el Málaga por la falta de gol y se despide con una goleada. Puro fútbol. Puro Málaga.

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