Santa Cruz hace gala de su bendita vejez

El héroe fue Willy Caballero, que pudo descansar otra noche con el cero en el arco merced a sus extraordinarias intervenciones. No cansa verle estirarse con esos reflejos salvadores que volvieron a dejar un punto. Creó numerosas ocasiones el Valencia, que cada vez que acertó a chutar entre los tres palos se topó con la inspiración infinita del guardameta argentino. A su sombra, porque Willy es capaz de eclipsar a quien se le ponga por delante, quedó el notable encuentro de Roque Santa Cruz, que se zafó de mil maneras y se las ingenió para echar al suelo infinidad de balones que permitieron alumbrar ataques o dar aire a sus compañeros.

Se está haciendo mayor el paraguayo, que sin embargo está convirtiendo este tramo de su carrera en una perfecta madurez. Necesita el Málaga que esté en plenas condiciones para aliviar los problemas arriba. Una preciosa asistencia de Antunes la mandó fuera en posición complicada y luego Diego Alves le frustró en una volea que se inventó cuando lo tenía todo perdido ante Mathieu.

Eliseu y Portillo no terminaron de dar un paso al frente y al fin llegó el debut de Pablo Pérez. Perdió los primeros balones que arriesgó, aunque el resumen de su encuentro está en el precioso testarazo que Diego Alves abortó con una tremenda parada de reflejos.