Málaga C.F.

Sergio Pellicer y la cofradía del 0.01%

  • "Hemos conseguido una victoria. Entiendo todo, porque es una situación muy complicada, pero quiero reflexionar", decía sobre las protestas

  • La Rosaleda pasa facturas

Pellicer saluda a Joseba Exteberria.

Pellicer saluda a Joseba Exteberria. / Carlos Guerrero

Sergio Pellicer, entrenador del Málaga, compareció tras el partido ante el Mirandés queriendo mandar un mensaje conciliador tras el ambiente enrarecido que se había vivido. "Hemos conseguido una victoria. Entiendo todo, porque es una situación muy complicada, pero quiero reflexionar. Después del partido de Racing llevamos 10 partidos, con cinco victorias, tres empates y dos derrotas, es muy complicado. Si es un equipo que no es luchador no consigue resultados. Nos queda un 0.01% de posibilidades, seguimos con ese hilo. Entendemos todos la situación. Era un partido muy complicado por todas las situaciones y tenemos que reflexionar todos. Cuerpo técnico y club. Esta afición lleva sufriendo muchísimo. Toca reflexionar mucho. Si los jugadores no estuvieran en esa línea, de los últimos 10 partidos no hacemos esos números. Necesitaríamos haber ganado ocho, pero es muy complicado. En otra situación, hemos ganado cinco partidos, lo mismo que antes. Al menos esta victoria nos permite alargar esta situación. Me voy a aferrar a ello. Es normal el enfado, también la temporada anterior, cómo se acabó. Es importante pase lo que pase terminar bien y compitiendo, como lo hemos hecho hoy. Tenemos la experiencia de que cómo terminas la temporada anterior es una losa. Es lo que hay, es clave para el año que viene acabar bien. La afición se ha quejado con razón, otra vez vino mucha gente", reflexionaba el técnico.

"Hemos cometido muchos errores, nos costó entender el camino, conocernos mejor. Es aprender del error para cambiar. Si no, es imposible cambiar", decía también como autocrítica el entrenador, que quería defender la profesionalidad de los jugadores: "Hay que ponerse en el lugar del jugador, del profesional. Cada partido es una final. Desde la tercera jornada, contra el Mirandés en la ida, era una final. eso genera estrés y hay que vivirlo. Ha sido una semana dura, hemos hablado mucho, hemos intentado corregir situaciones. Tengo claro por qué no conseguimos la victoria en Ponferrada, muy claro, lo guardo para mí. Se tienen que liberar, han mostrado personalidad, era para ellos. El equipo ha sacado orgullo en una situación difícil. La semana pasada fue una puñalada al corazón. Los rivales que tienes al acecho consiguen puntuar y nos mina a nivel emocional. Les hablé muy transparente de las cosas que tenemos que mejorar, de las cosas que había que decirlas. La transparencia duele en el momento, pero a la larga queda. El vestuario ya está pensando en Vitoria, un estadio lleno, un rival que pelea por lo máximo, horario unificado, están en situación complicada. Nos vale la victoria, pero al rival también. Es un contexto en el que los rivales saben nuestra ansiedad y juegan con ella. Hay que intentar conseguir los seis puntos".

Ndiaye, Jozabed, Burgos fueron pitado. "Son los que han jugado, va en la personalidad. He dejado a Bustinza por decisión técnica. Están todos entrenando, llevo muchos años en fútbol y he vivido estas situaciones. Ha habido jugadores con molestias y han querido competir. Lo que es del César es del César. Cristian sale por problemas físicos, queríamos controlar la ventana de los cambios. Hemos tardado en cambiar por eso. Descansamos mañana y lunes entrenamos. Es un desgaste físico y mental brutal", señalaba.

"Entendemos perfectamente la protesta, es normal. Esta afición hemos ido a Villarreal y se han echado muchísimas horas. A Lugo, a Ponferrada. Pero los jugadores no han salido enchufados por eso. Es el entrenador el que se encarga de gestionar. Nuestra misión es máxima intensidad y esfuerzo", insistía Pellicer: "La permanencia queda no sé qué porcentaje, no dependemos de nosotros. Pero en vida y el fútbol puede pasar cualquier cosa. Gente que no tiene fe no quiero confiar. Hay un mínimo, intentamos aferrarnos a ello, pero de responsabilidad, no de ilusión. No les dije nada a los jugadores. Iré a ver al filial. De mi casa a La Rosaleda. No quiero relacionarme con nadie, sólo con el cuerpo técnico y reflexionar. Intentaré ver el Alavés y mantenerme al margen de todo. Cuando acabe la jornada miraré los resultados, pero no quiero seguir sufriendo".

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