Aaron Ochoa, minutos de distinción, calidad y pierna fuerte
El marbellí ha enlazado cuatro partidos seguidos jugando y en Albacete y ante el Almería fue clave
Joselillo Gaitán brilla con España sub 19
La respuesta cuando se pregunta a otros jugadores, a los que llevan más tiempo o a los nuevos, por cuál es el que más le sorprende en los entrenamientos suele ser idéntica, cambia entre “Aaron” u “Ochoa”. El menudo jugador marbellí de raíces irlandesas, selección a la que defiende, ahora en la sub 19, aún es jugador juvenil, algo que a veces se olvida a la hora de hacer análisis y sentenciar. Es una generación, la de 2007, que en el club se tenía muy señalada en rojo, fueron campeones en la División de Honor cadete por delante de Sevilla y Betis. Allí estaba, por ejemplo, Juani, el juvenil que más partidos lleva en el Atlético Malagueño, donde es titular. Otros se fueron a canteras más potentes, como Joselillo Gaitán, que se marchó al Villarreal y la ha partido con España sub 19 en Japón la semana pasada.
El caso es que Ochoa ya estaba haciendo diabluras con 17 años en Tarragona, sacándose un gran disparo en la frontal que ocasionó el gol de Dioni antes del milagro final. Llevaba dos meses sin jugar con el primer equipo y en el Costa Daurada ya dejó muestras de su personalidad. Con 18 años ya ha jugado nada menos que 44 partidos oficiales con el primer equipo del club, hay muy escasos precedentes de precocidad en estas cifras. Esta temporada ha tenido algún problema físico, también se ha perdido citaciones para jugar con su selección, que no le ha venido mal para acumular ritmo. Pero ahora enlaza cuatro partidos consecutivos jugando, desde que fuera titular en la Copa en Talavera. Tuvo siete minutos ante el Zaragoza, 25 en Albacete, donde salió también muy concentrado y forzó el penalti que originó el 1-3, y 16 ante el Almería. Sus primeros toques de balón ante el cuadro albirrojo fueron de distinción. Una conducción con disparo, un par de pases al hueco, dos descargas de primeras diferente, un cambio de dirección con el exterior, el arranque de la jugada del 2-1 (fabulosa colectivamente, desde el primer toque en recuperación de Murillo, el pase filtrado de Dani Lorenzo para Aaron y la conducción de 20 metros entre varios rivales para poner en la frontera del área a Niño). Presencia, hambre, metiendo la pierna en los balones divididos. Y esa imaginación que le hace distinto y que propicia que los compañeros le tengan en alta estima.
Funes apenas pudo contar en el Malagueño con Ochoa, que saltó en seis meses del cadete al debut con el primer equipo, pero le conoce bastante bien. Quizá esa indefinición de no tener una posición concreta le puede penalizar en algún momento, pero puede ocupar varias posiciones tras el punta. Las progresiones de los jugadores no son constantes y uniformes. En el club se tiene claro que Aaron no es un jugador cedible ahora mismo. Y, como le señala Galilea en la foto que acompaña la información, ellos lo saben.
Temas relacionados
No hay comentarios