Un grupo de aficionados recibe de uñas al Málaga y le reprocha al equipo la situación
Medio centenar de hinchas esperaron al equipo en La Rosaleda en su llegada de San Sebastián para mostrar su descontento
El mismo lugar en el que hace apenas dos meses y medio se recibía al equipo ante de los partidos con entusiasmo antes de lograr dos victorias ante los equipos canarios que colocaban al Málaga tocando con los puestos de promoción de ascenso fue escenario esta vez de un tenso encuentro entre medio centenar de seguidores malaguistas, que esperaban la llegada del equipo de San Sebastián para reprocharle al equipo una terrible secuencia de resultados que hace que se hayan disparado todas las alarmas. Porque lo que era estar en zona de nadie cuando se cambió de entrenador ya es figurar en el puesto 17 y el fantasma de la Primera RFEF merodeando.
Efectivos de la Policía se han desplazado a la zona de La Rosaleda aunque no ha sido necesaria su intervención. Varios jugadores (Escassi, Lombán y Chavarría) más Manolo Gaspar y Josemi han dialogado con unos aficionados indignados con la deriva del equipo. Ha habido momentos de tensión, pero la sangre no ha llegado al río. Pero el mensaje y la ruptura ahí está. El hartazgo que existe con el desarrollo de la temporada es alto entre la afición malaguista. La paciencia que ha habido en estas dos temporadas anteriores con un equipo con escasez de fichas y múltiples limitaciones económicas se ha agotado cuando ha habido algo más de más dinero, en un contexto de escasez aún, y se pensaba en algo más que la permanencia. Ahora hay peligro de descenso, sobre todo por la marcha.
La relación con la hinchada ha mutado de cantar junta con el equipo al final del partido a esta ruptura. Los jugadores son conscientes, aunque por su deambular por el césped no lo demuestren, de que la situación es crítica, de que las cosas se están haciendo de manera horrible. Ya se ha cambiado al entrenador y el foco, por más errores que se hayan podido producir más arriba, está en el césped porque es ahí donde se debe desliar la situación. La perenne judicialización del club da estabilidad en ciertos aspectos, pero en situaciones de crisis como la actual retrata que la entidad no puede seguir así mucho más tiempo. Porque se necesitan cabezas visibles y voces, más allá la de Manolo Gaspar, para explicar lo que pasa.
También te puede interesar
Lo último