Albacete - Málaga CF: Un equipo fantasmagórico (2-0)
Un Málaga indecente cae en Albacete después de un partido lamentable que enciende todas las alarmas, incapaz de crear peligro ante un rival que jugó con nueve más de una hora
Las fotos del partido
Partido fantasmagórico del Málaga CF en Albacete que enciende todas las alarmas. Una salida indecente al Carlos Belmonte con muchísimo en juego, un 2-0 adverso en 20 minutos y la incapacidad de marcar un gol a un rival que jugó casi 70 minutos (más de 80 con los descuentos) con nueve jugadores después de que se alinearan los astros con dos expulsados manchegos en la misma jugada. Mal en defensa, peor en ataque, el Málaga se ha caído en este tramo de temporada. Las victorias ante Cartagena y Tenerife fueron balsámicas, pero la situación actual es muy delicada, ha venido la nada. El ejercicio de impotencia fue muy preocupante. Apenas colgar balones sin elaborar demasiado ante un área muy poblada, facilitando la labor del disminuido equipo local. El descenso es ya una amenaza real que se siente. Además, ante un rival directo se perdió el average.
El Málaga CF compareció con una concentración inapropiada a un partido de esta trascendencia. Pérdida de Dioni, contra muy bien llevada, centro de Agus Medina y remate de Kofane de volea, más colocado que fuerte, para poner el 1-0. Era el minuto tres. Tímida reacción del Málaga, con tres minutos en el campo rival, pero después, la nada. Entre medias, Nelson Monte sacaba bajo palos otro remate del joven delantero camerunés después de un deficiente despeje de Alfonso Herrero. Y el 2-0, tras pérdida de Dani Sánchez, otra contra de vértigo con Morci conduciendo solo desde el medio del campo. Cuando se plantó en la frontal, remate picado ante Alfonso, como el de Matos la semana anterior.
Con el Málaga en la lona, a Kofane se le peló un cable y le dio un codazo intencionado a Álex Pastor, sancionado en primera instancia por Moreno Aragón con tarjeta amarilla, pero elevado a roja tras llamada del VAR y revisión. De propina, otra roja a Pacheco por hacer el gesto de cruzar los brazos simulando las esposas delante del árbitro. 11 contra nueve en el minuto 23 del partido, tiempo suficiente para revertir un marcador muy desfavorable con dos hombres más durante más de una hora.
Con el Carlos Belmonte encendido por lo que consideraba una ofensa, aunque las dos expulsiones fueran irreprochables desde el punto de vista reglamentario, cada acción se convertía en una batalla. El Málaga no creaba peligro pese a la superioridad e Izan Merino metía la pata sin medir el contexto. Tras caer, levantó los pies y uno de ellos, buscando por el defensa, impactó en la cara de Lalo. En condiciones normales no es una roja, pero la ley de la compensación existe aunque no esté recogida en ningún papel. Y Moreno Aragón la aplicó. El efecto inicial de superioridad se aplacó con la imprudencia del canterano.
El Albacete, corajudo, corría mucho detrás de la bola y se refugiaba lógicamente en bloque bajo, en su área. Y ahí salen a flote los problemas creativos del equipo contra bloques replegados, aun con superioridad numérica. Remate de Rahmani fuera, un chocazo entre Pablo y Lizoain que obligaba a cambiar al primero con la boca reventada y unas escaramuzas de Antoñito Cordero que acababan en nada. Ninguna ocasión clara pese a jugar contra nueve futbolistas.
Triple cambio de Pellicer al descanso. Baturina, Ochoa y Larrrubia por Dioni, Dani Sánchez y Antoñito. Se instalaba más cerca del área rival el Málaga, había ahora jugadores con más capacidad para producir en espacios reducidos. Lobete picaba una bola para un mano a mano de Baturina con el meta contrario y Lizoain la sacaba con un pie sin mucho esfuerzo. Pellicer avivaba la candela con Kevin y Chupete en el lugar de Lobete y Yanis. Pero pasaba la hora de partido y seguía el 2-0 aunque al Albacete le costaba más salir. Kevin desaprovechaba un balón nítido empalmando a las nubes con todo a favor.
Y así languidecía el partido, con la impotencia malaguista, incapaz de generar un torrente de ocasiones, de agitar el duelo, contra un rival que iba perdiendo fuerzas pero que con los cambios las recuperaba y que mentalmente iba creciendo contemplando cómo el Málaga no creaba problemas, con el único plan de centros cruzados al área, sin hacer bascular al rival, con una circulación de balón penosa, sin ritmo, pese a los espacios que había. Hay problemas muy serios, la categoría corre peligro y el partido del próximo sábado ante el Racing de Ferrol toma un cariz de final después de mirar este domingo el Mirandés-Eldense.
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