Tres jugadores de la actual plantilla del Málaga, Dani Barrio, Alberto Escassi y el ahora lesionado Iván Calero, pueden dar fe de que una buena primera vuelta no garantiza la salvación. El ejemplo del Numancia en la temporada 2019/20 es lapidario sobre la igualdad que reina en la categoría de plata del balompié nacional y del frágil equilibrio que puede tener un equipo.

El Numancia descendió la pasada temporada con 50 puntos tras 42 jornadas. Con 51 también el Deportivo bajó y la Ponferradina se salvó. El Málaga se quedó con 53. Pero es que el equipo soriano acabó la primera vuelta con 32 puntos, sexto y en puestos de play off. Cuatro más de con los que finaliza en la vigente temporada el equipo blanquiazul. Con 11 puntos de renta sobre los puestos de descenso llegaba el entonces equipo de Dani Barrio, Escassi y Calero. El Málaga, a expensas de que se cierre la jornada, tendrá un mínimo de siete punto de renta con la zona caliente.

El Numancia ya llegó al confinamiento en una posición delicada, con 38 puntos tras 31 jornadas, los mismos que el Málaga. Pero estaba en una racha muy negativa, en la que sumó sólo seis puntos de 30 posibles en los 10 partidos siguientes. Y en el tramo concentrado de partidos tras el confinamiento, los 12 puntos que sumó no le valieron para salvarse. Así que un buen aviso en carne propia de varios jugadores de la plantilla de que no está todo hecho para salvarse.