Carlos López, el 'Santito' del Málaga CF
El portero demuestra que está preparado para cualquier contingencia u oportunidad
La crónica del partido: 'Las cosas en su sitio'
Desde pequeño, Carlos López tuvo un aura especial. Sus pasitos desde la escuela hasta el primer equipo siempre fueron firmes. "El Flaco", como le bautizó un Pablo Guede al que le maravilló por su valentía al poco de llegar a Málaga en un partido que se jugó precisamente en el Muñoz Pérez de Estepona (eliminatoria a partido único contra el Huétor Tájar), fue fundamental para sujetar el marcador en el derbi de Copa del Rey, con una parada providencial en el minuto 90 que frustró el 2-2.
Loren Juarros le dio el rol y la ficha de jugador del primer equipo, pero por delante siempre ha tenido a Alfonso Herrero, competidor por el puesto, mentor y amigo. El toledano, uno de los capitanes, no suele dejar espacio para el debate. No obstante, López suele demostrar cuando tiene minutos, que es un magnífico portero. En las últimas temporadas ha sido el portero de la Copa del Rey (de manera anecdótica y como premio, jugó la jornada 42 del curso pasado). En el torneo del KO tuvo buen desempeño desde aquella cita en Barakaldo en la que dio el pase gracias a su acierto en la tanda de penaltis. También anduvo bien ante el Eldense y la Real Sociedad, un rival de Champions. Pero el curso pasado le dejó una espinita.
Afrontaba con ilusión la Copa, su ocasión para mostrar y demostrar. Sin embargo, los blanquiazules tuvieron un día horrorosa ante el propio Estepona en La Línea de la Concepción. A nivel de club, la eliminación fue deshonrosa, pero a nivel particular, a Carlos López le dejaba pocas opciones de competir a no ser que se produjese alguna desgracia (expulsión, lesión o bajísimo estado de forma de Herrero). Esa cicatriz está ya más que curada.
Carlos López disfrutó de muchos minutos en la pretemporada por la brecha que se hizo en un entrenamiento Alfonso Herrero, que le tuvo varias semanas apartado y no reapareció hasta el estreno liguero. Se le vio muy centrado al malagueño, de todavía 20 años, que estaba listo para el reto si tenía que jugar ante el Eibar. En el Muñoz Pérez confirmó de nuevo que hay portero para rato y que puede marcar diferencias con paradas como la que le hizo a Expósito sobre la bocina con un ajustado 1-2.
“Todos sabíamos que iba a ser un partido complicado, ya tuvimos la experiencia del año pasado. Hemos dado todo, controlando el partido; hemos sabido sufrir en los momentos más difíciles y gestionar bien los momentos del partido. ¿Mi parada al final? Ha sido pasar del 2-2 al 1-3. Estoy preparado para cuando el equipo lo necesite y ayudar lo máximo posible. Tenía muchas ganas de volver a jugar. Este año hemos pasado de ronda y a llegar lo más lejos posible. Sabemos que tenemos una competencia muy dura. Pasar de ronda me da confianza, creo que puedo seguir aquí muchos años. Me he sentido muy cómodo, muy seguro. A seguir ayudando al equipo”, resumió tras el partido.
La unidad B del Málaga, no cabe duda, ha dado un paso adelante. Ahora toca confirmarlo en la Liga. "Se ha demostrado que los ‘nuevos’ han aportado goles y asistencias. Ganar siempre ayuda a ganar. Vamos a Castellón con un chute de dopamina”, apuntó López, el pequeño santo del Málaga.
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