EDITORIAL
Extremadura señala tendencias
El Málaga CF cierra 2025 con 26 puntos y eso le sirve para finalizar como décimo en la clasificación a cuatro del play off y con cinco de ventaja sobre la zona de descenso. El líder es el Racing de Santander con 37 puntos y el colista el Mirandés con 16.
Tras los santanderinos van, por orden, Las Palmas (34 puntos), Deportivo de La Coruña (32), Almería (32), Castellón (31) y Cádiz (30). El Sporting de Gijón, siguiente rival en la primera cita de enero de 2026, también tiene 30 y es séptimo. Luego irían Burgos y Ceuta con 29. Son todos los que están por delante del Málaga.
El Córdoba es el 11º, también con 26 puntos. 12º es el Valladolid (24) y 13º el Andorra (24). Con 23 están Albacete, Huesca y Cultural Leonesa del 14º al 16º. El 17º es la Real Sociedad B con 21, los mismos que Granada y Eibar, que es quien se queda en la zona de descenso de manera provisional. El 20º es el Leganés con 20 puntos, 21º el Zaragoza con 17 y el 22º el Mirandés con 16.
Que le quiten lo bailao a Juanfran Funes, con un 11 de 15 que refuerza al técnico de Loja, especiamente por este Málaga-Almería que proyecta al equipo que tiene en la cabeza. Desarrollaba el triunfo. “Iniciamos bien los primeros minutos, con primeros acercamientos, pero nos cogen rápidamente la idea de la presión y no estuvimos cómodos, la volvimos a cambiar. No encontrábamos a Izan y todo se volvía más difícil, pero el equipo tenía la idea clara de lo que quería hacer. Había una parte importante: con el 1-0 había que seguir yendo a por el partido. Ya sabíamos que ellos son un equipazo, te aprietan, pero seguimos teniendo profundidad y ocasiones. Viene el penalti, que cae como una losa. Por eso me alegro mucho, porque se ha vuelto a demostrar que el equipo no se rinde. Este equipo ascendió en el 122’, ese espíritu está. Hay momentos en los partidos donde uno se tiene que volver firme, había que hacerlo. Si había que perder, que fuese atacando. Los cambios salieron bien, claves. La situación de Niño y Ochoa, los pudimos sujetar. Queríamos ganar al Almería, estaba claro, sin pasos atrás. Nos pudimos adelantar con ese paso. Chapó por los jugadores. Me da mucha alegría porque hay muchos partícipes de estos y que no se ven. Ha salido bien”, explicaba.
El Málaga que quiere Funes, decía el técnico que "sí. Y no es fácil porque ellos aprietan, con jugadores de mucha calidad, un equipo que me encanta. Tienen un poderío muy grande. Había que tener el balón para contenerlos porque te van a hacer las cosas que saben. Los felicito por ese atrevimiento y desparpajo. Lo están bordando. Terminamos el partido y cerramos el paréntesis, ni para las buenas ni las malas. Hay que estar tranquilos. Si miramos arriba, no vamos a ver las piedras con las que podemos tropezar porque no vamos a vernos los pies. La liga está muy igualada. Ahora es fundamental mirar de frente a cada equipo y cada partido. Disfrutar, pero euforia contenida. Llegan las vacaciones, el fin de año. Los chicos han hecho un trabajo encomiable, se las merecen, pero desde la tranquilidad y la mesura, porque queda mucha liga. No hay que dejarse llevar por el ansia”.
Hubo valentía en los cambios, aunque Funes se quitaba responsabilidad. “Siempre digo que es victoria de jugadores porque son ellos los que lo hicieron. Uno intenta ser coherente y a veces sale y otras no. Puedes poner en valor empatar con el Almería, pero fuimos coherentes con lo que queremos que sea nuestro Málaga. La diferencia entre lo que uno dice y hace no puede ser muy grande. Va a llegar el día que igual no salga tan bien”.
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