Pepe Mel cumplió en Oviedo su sexto partido al frente del Málaga CF, el mismo número de encuentros de los que dispuso Pablo Guede en el arranque de la temporada. El técnico argentino disfrutó de la pretemporada para intentar conjuntar al equipo y el madrileño ha tenido que coger un coche en marcha, como hizo Guede en la temporada anterior para ayudar a solventar una situación más límite aún por el margen de maniobra.

En seis partidos, Guede sumó tres puntos, con una victoria y cinco derrotas, con cinco tantos a favor y 12 en contra. Mel ha sumado en la misma cifra de encuentros seis puntos, uno por duelo de media, con un triunfo, tres empates y dos derrotas. Tras igualar en los tres primeros, llegaron derrota, victoria y derrota. Son cuatro goles a favor y cinco en contra, con Mel todo se resolvió con empate o por la mínima, en los cánones habituales de la categoría.

Parece algo más sólido el equipo malaguista bajo la batuta del madrileño. Ha sumado el doble de puntos que en el periplo de Guede. Pero el doble de poco no es mucho. Ahí está el Málaga, penúltimo en la tabla, con nueve puntos tras 12 partidos. Números insostenibles para sostener la categoría. Ya se desatascó la increíble racha de 16 partidos sin ganar en casa en el anterior duelo ante el Lugo. Hay que agarrarse a asideros y La Rosaleda puede ser uno. Es cierto que el ambiente en el entorno empieza a ser irrespirable. Aunque también es cierto que, durante los partidos, la afición está teniendo un comportamiento ejemplar, con cifras de asistencia de las más altas de la categoría pese a la ausencia de triunfos.

En la vuelta al trabajo del equipo en La Federación se pudo ver a Manolo Gaspar dialogando con Pepe Mel. Se entiende en el club el técnico está realizando un buen trabajo, que está promocionando a jóvenes, que siempre es un reactivo y es sembrar deportiva y económicamente a medio y largo plazo, y aumentando el número de buenos minutos en cada partido. Pero la mejora en los resultados es insuficiente. Viene ahora un trío de partidos temible ante Eibar, Cartagena y Sporting. Puede ser también un arma de doble filo, positivo en este caso. La diferencia entre el primero y el último en Segunda División no es inabordable. Casi el 80% de los partidos de la categoría se deciden por un gol de diferencia o quedan empatados. Concretamente, en los 132 partidos disputados hasta ahora en categoría, 30 se decidieron por más de un gol y 102 por la mínima o acabaron en tablas. Así que ser pacientes y esperar el error rival es una táctica habitual. Jugar con los nervios y ansiedad es frecuente. El Oviedo, estando en una situación también delicada, aplicó la fórmula Cervera desde el primer día. El Málaga intenta proponer y rivales más potentes que buscan estar arriba y los tres puntos pueden ser más propicios para el fútbol que intenta desplegar el equipo con Pepe Mel.

En cualquier caso, tres partidos que meten al Málaga en la centrifugadora, a ver cómo sale tras ese importante test de tres duelos en ocho días. Sumar esos seis puntos de los primeros seis partidos de Mel sería un buen botín. Pero por encima de todo, está el Eibar.