Por más que se fuera siendo un niño, Brahim Díaz lleva Málaga en su piel y su sangre. No vive instalada en su privilegiada atalaya de futbolista de todo un Real Madrid, al contrario, sigue a pie de calle, teniendo en cuenta y muy cerca a los suyos, a los que visita y agasaja cada vez que puede. Ahora también quiere hacer una aportación para ayudar a los más necesitados en plena pandemia por el coronavirus COVID-19. El delantero, además, divide sus esfuerzos buscando llegar lo más lejos posible y diversificando a los receptores de su particular donación.

Ya está comenzando a llegar material, procedente de China: Máscaras, guantes y gel con solución hidroalcohólica para la desinfección de manos. Los lotes están llegando desde el gigante asiático y este miércoles 7 de abril ya alcanza uno de sus destinos, el Hospital Regional Universitario de Málaga. Brahim, que estuvo buscando asesoramiento durante las últimas fechas para tratar de ser eficaz en su iniciativa, paralelamente deriva parte de su contribución a los centros San Juan de Dios y Asilo de los Ángeles. También a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga para que los gestione como crea conveniente.

Brahim sigue muy pegado a su tierra, no deja pasar ninguna ocasión de hablar del Málaga, para recordar sus primeros pasos como blanquiazul o acercarse al campo de su Tiro Pichón. "No me voy de aquí hasta que todos los niños tengan su foto o su autógrafo", dijo en su última visita al clásico feudo malagueño. La calidad futbolística va unida a la humana.