Málaga C.F.

La fórmula Fernando Sanz de 2006 que puede aplicarse a 2020

  • El presidente del Málaga recuerda cómo, en una situación económica similar a la actual, se encomendó a Muñiz: "Sufrimos muchisimo, pero aprendimos una barbaridad"

Fernando Sanz y Juan Ramón Muñiz.

Fernando Sanz y Juan Ramón Muñiz.

El Málaga atraviesa en estos momentos una situación de bastante riesgo económico, que de alguna manera recuerda a la que había en 2006, cuando tras el descenso a Segunda había una situación muy delicada en los despachos, tensión en la tesorería que acabó derivando en una ley concursal en la que el Málaga marcó camino en el resto del fútbol español. En cierto modo, también el club malaguista ha ido descubriendo por dónde se puede hacer el ensayo/error para ir evolucionado en los márgenes de LaLiga.

El presidente de aquella época, en transición vertiginosa desde jugador, Fernando Sanz, habló con Juan Ramón Muñiz en los micrófonos de Onda Cero para recordar cómo reclutó al técnico, que después vivió más etapas, la última acabó hace poco más de un año, en La Rosaleda. Y qué se encontró en aquel momento en el que la familia Sanz se hizo cargo de la entidad. Juan Ramón Muñiz destacaba en el Marbella, le tenía arriba en Segunda B, y Marcos Alonso no convencía y el equipo se caía. "Me llamó Jorge de Cózar y nos pusimos en contacto a través de un amigo común. Me comentó lo que estaba pasando, que había esa posibilidad. Era una oportunidad de oro. Estaba en el juvenil del Sporting y era comenzar una actividad profesional. No hubo problemas", decía Muñiz sobre cómo fue esa llegada a Marbella, trampolín para el Málaga. 

""Llego por accidente y con fecha de caducidad al Málaga. Me encuentro a un club a la deriva a nivel deportivo y económico", confesaba 14 años después el que fuera presidente malaguista, ahora inmerso en labores de expansión con LaLiga, trazando de manera indirecta paralelismos con la situación actual: "Era una plantilla de Segunda con salarios de Primera con un rumbo incierto, todo era un desastre. Dentro de mi desconocimiento de la gestión, aprendía y veía cómo funcionaba todo. Tenía que tomar decisiones drásticas. Me acordé de mi época de futbolista, de la época en que estuvo Juande Ramos de entrenador con Juan Ramón de segundo. Recordaba que él era quien se encargaba de la línea defensiva, donde estaba yo. Tuvimos muchas horas y tiempo de conversación, de conocernos mucho más detalladamente. Sabía en primera persona cómo entrenaba. Intuí un grandísimo entrenador, vi que estaba relativamente cerca, en Marbella. Yo vivía allí y trabajaba en Málaga. Le llamé y le propuse lo que tenía en la cabeza. Puso mucho de su parte, nosotros también, y se cristalizó con la resurrección del Málaga deportiva y económicamente. Sufrimos muchísimo, aprendimos una barbaridad. Pero también disfrutamos con un ascenso, luego una segunda etapa porque tenía un reconocimiento y logramos salvación".

"Miré papeles de la época del Málaga hace poco y recordé que el mister puso dinero de su parte porque no teníamos nada, aún no estábamos en Ley Concursal, eso le tuve que dar la buena noticia más tarde", bromeaba Fernando Sanz: "Unimos, al estilo británico, la figura del entrenador y director deportivo, la plantilla la hacíamos él y yo. Él buscaba los futbolistas, los seleccionaba y le daba plenos poderes. Estábamos al límite, muy presionados. Pero si confías en alguien tienes que darlo todo por él. Recuerdo ruedas de prensa mías en las que me decían que había cosas que no se entendían del mister y yo iba a muerte con él. Él después tuvo una oportunidad irrechazable para el Racing, le ponían un proyecto muy bueno. Le dejé salir sin ningún coste porque entendía que había puesto mucho de su parte y ahora me tocaba poner de la mía. Le dejé marchar y sufrí críticas por no cobrar. Pero era lo mínimo".

"De la experiencia del Málaga saqué muchas vivencias, aprendí mucho. Fue traumática mi salida de futbolista, pero entré en un mundo que no conocía y al que ahora me dedico, me formé y me formo. Lo que se hizo en aquel Málaga no se había hecho nunca. A nivel de gestión tengo un currículum muy importante", decía Sanz, que se refería a la situación del Marbella: "Yo jugué dos años en el filial del Madrid cuando el equipo estaba en Segunda. Era un desplazamiento favorito porque volvía a casa. Yo desde niño venía y después compré una casa que utilizamos cada dos por tres. A veces me ha dado la curiosidad de interesarme por la situación del Marbella, pero nunca más allá de eso. Es un club que es un caramelo por el nombre. El nombre genera interés por ser un sitio turístico. Lo miro con el rabillo del ojo, llega Granero y gente con nombre. A nivel deportivo están muy fuertes. En ese reto de los nuevos propietarios, debe conseguir que las gradas llenas. Siempre veía las gradas estaban desangeladas, nunca se enganchó a la afición del todo y es una pena, porque sé que la hay".

Juan Ramón Muñiz recordaba esa etapa del salto del Marbella al Málaga. "Un grupo humano enorme, con Raúl Gaitán y Apoño, que vendrían al Málaga también. Intentamos también traer a Ávila, pero era imposible, tenía contrato y había que pagar un traspaso. El Málaga no podía hacer nada, estábamos muy, muy pelados. Gaitán tuvo que poner dinero de su parte. Todo lo que se nos exigía era pagar. Nos tuvimos que hacer cargo con una pequeña cantidad. Era una ilusión ir al Málaga y nos salió bien", decía Muñiz, que recordaba su apuesta por la cantera de entonces, con Juanmi, Portillo, Dani Orozco, Edu Ramos... "A mí me gusta mucho, vengo de una cantera, viví desde alevines en el Sporting la ilusión de un niño de defender la camiseta del equpo. Me informé de todo, tenía a Antonio Benítez, la mejor persona que había en el Málaga y el mejor profesional. Conocía a todo el mundo, sabía quién sí y quién no. Era una persona que lo que te decía era verdad, ibas a ver a los jugadores y refrendabas lo que te había contado. Me puso en el camino de la cantera, lo bueno y lo malo que tenían y lo que podían dar el club. Las oportunidades no hay que regalarlas. El de la cantera no tiene que picar la puerta, sino derribarla, tener hambre. Todos los que salieron nos ayudaron". Repitió en su regreso Muñiz dando alternativas en 2018, caso de Jack Harper, que dejó un dinero.

"Agradezco todo lo que hicimos ahora y en el pasado. Somos amigos, fue una persona importantísima en mi carrera. Me llamó para un equipo profesional, me dio mucha confianza. Hemos mantenido una gran amistad. Con un amigo se habla de todo, de futbol y lo que no es de fútbol. La amistad está por encima de todo", acababa Muñiz glosando la figura de Sanz.

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