En 42 partidos de la temporada pasada, pocos como titulares y no siempre en sus posiciones predilectas, Caye Quintana y Pablo Chavarría metieron un gol en Cádiz, Fuenlabrada (el onubense jugó en los dos equipos) y Mallorca. En menos de media hora en La Romareda habían marcado uno cada uno, además con conexión mutua en el segundo. Eso, dos goles, había metido en cinco partidos el cuadro de Pellicer, optimizados, eso sí, al máximo. En 540 minutos, los mismos dos tantos que en un primer tiempo primoroso en uno de los campos más señeros de LaLiga Smartbank.

Con gol, todo cambia. Pellicer y Manolo Gaspar tenían claro que había que reforzar la línea delantera, que la temporada pasada había quedado prácticamente en los pies de Sadiku, sobre todo tras la marcha de Antoñín al Granada. Buenacasa apenas echó un cable. Y había que tener al menos tres piezas, a poder ser con perfiles diferentes. Además de Quintana y Chavarría está Sá, que vuelve a entrenarse tras sus problemas físicos y puede estar a disposición para recibir el jueves al Sporting. También se trabajó el fichaje de Sylla, que finalmente recaló en el Girona. Se optó por otro jugador de banda, como Joaquín Muñoz.

Suele insistir Pellicer en que el 80% de los goles en Segunda vienen después de pérdidas, con las transiciones posteriores, o en balón parado. Una apertura de Luis Muñoz habilitó al chispeante Yanis, que hizo un control soberbio entre pecho y zurda y colocó el balón en la cabeza de Pablo Chavarría, situado entre los dos centrales, para que el argentino rematara de manera certera con el contrapié al meta rival. Pocos minutos después, Ramón roba un balón en la medular, con un control orientado para meter un balón en profundidad a Chavarría, que asistió a Caye Quintana. El argentino, por cierto, fue elegido en el mejor once de la jornada 6 de la competición. Acciones contundentes que hasta ahora no se habían visto. Los goles habían llegado en la segunda jugada tras un córner, la genialidad de Ramón en Castalia, y tras un saque de banda cuyo rechace Matos convirtió en un centro para Cristian.

Los dos tantos, más allá de dar el alimento que necesitan los delanteros para subsistir, en La Romareda muestran registros nuevos no vistos en las cinco primeras jornadas de competición. Los dos centrocampistas de la Academia, Luis Muñoz y Ramón, lanzaron desplazamientos a banda y desde allí se asiste para marcar. Con gol, el panorama se ve distinto.