Málaga CF-Andorra: El juicio nuestro de cada semana (14:00)

Reflexionaba Darko Brasanac en una entrevista para este diario publicada este sábado que el fútbol se pasa muy rápido cuando estás en la vorágine, cuando eres unos de sus protagonistas. Lamentaba el veterano serbio no poder haberlo saboreado más. Al mismo tiempo, esa caducidad, admitía, también está en la derrota. No hay ayer en el fútbol, solo hoy y la promesa de mañana. El Málaga CF no puede escapar de ese bucle, acentuado por la marcha deportiva del equipo en las fechas más recientes.

Los de Sergio Pellicer se enfrentan a un nuevo juicio en La Rosaleda, esta vez contra el Andorra (14:00 horas), después de su tropiezo en Butarque, que se llevó por delante la ola que se levantó ante el Deportivo de La Coruña. Ganar alimenta a la fiera. Cualquier otra cosa distinta puede desencadenar reacciones de todo tipo. Dentro y fuera de Martiricos.

Málaga, además, viene reclamando a su equipo puntos e imagen. Quiere la afición el derecho a ilusionarse que se les había prometido, ahora que el mensaje pierde fuerza por las voces internas y regresa en una botella que pone 50 puntos y gracias.

Es curioso, porque es real esa voracidad de inmediatez que lleva el fútbol en su ADN. De ella no escapa nadie. Futbolistas, clubes, seguidores. Los malaguistas, sin embargo, tienen un callo endurecido que les conduce inexorablemente a dar una tregua momentánea mientras se entregan con fruición en cada partido.

Le hará falta ese ambiente positivo al Málaga, que fuera de casa se tambalea pero dentro suele ser otro equipo más determinado, compacto y eficaz. La hora, en un domingo que pese a estar casi besando noviembre promete ser más de primavera-verano que otoñal, puede ser un condicionante, mas debería jugar en contra de los andorranos.

Está por ver cómo reconfigura el equipo Pellicer. En la defensa, no deberían darse grandes movimientos, si acaso la duda del central zurdo. Si Montero o Galilea. El resto, los del Dépor y Butarque. Cualquier otra cosa sería un experimiento. Con el de Nules cabe esperar cualquier cosa.

No sería experimental, no obstante, que retocase su centro del campo. No por los costados, donde por mucho que quiera David Larrubia y Joaquín Muñoz no tienen a día de hoy competencia real. Por el centro, habrá que verlo.

Aparentemente, algo hay que hacer cuando no se gana. Se suma que tanto Juanpe como Izan Merino empezaron la semana con molestias que ya parecen superadas. Puede entrar uno u otro como ancla. Incluso ser pareja. Esto último obligaría a Pellicer a prescindir de Dani Lorenzo o Rafa Rodríguez, que posiblemente sean dos de los futbolistas que mejor vienen rindiendo en este tramo. No es fácil. El delantero es Chupete, no está Eneko Jauregi como para dejar en la banca al cordobés.

Enfrente está el Andorra, que bajó y ascendió del tirón, con buen impulso por lo demostrado hasta ahora. En sus filas está Álex Calvo, a día de hoy en el papel de recurso para los tramos finales. En Santander resolvió. Y para él jugar en Málaga nunca es un partido más. Si se hubiera quedado, probablemente hoy sería más pobre, pero más feliz.