El Málaga CF: Portería de play off, ataque de descenso

El fútbol está en las áreas y si el Málaga no ha volado más alto es por la desigualdad que existe de una a otra. Sus números en esta temporada son más que elocuentes. Lleva 42 tantos encajados y solamente 40 a su favor. La primera cifra es de equipo de playoff como poco. La segunda, de un conjunto más cerca de Primera RFEF que otra cosa.

Echando un vistazo a la tabla de clasificación se ve claramente. 42 goles lleva recibidos Alfonso Herrero. Sólo los cuatro primeros mejoran ese dato: Levante (40), Mirandés (39), Elche (34) y Real Oviedo (41). Ni siquiera Racing de Santander (47) y Almería (55), que son quinto y sexto respectivamente, están al nivel de los blanquiazules.

Apenas el Eibar tiene mejores estadísticas defensivas (39 tantos), pero los armeros sufren el mismo mal. Como el Málaga, han metido 40 goles, lo que les ha dado para estar con 55 puntos a estas alturas y vivir en el alambre hasta hace poquito.

Si la gran virtud del equipo de Sergio Pellicer está en los pocos goles que ha recibido (pese a que ha jugado con las líneas muy arriba casi todo el curso), su mayor pecado es evidentemente el anotador. Ha tenido muy poca pegada y los hombres llamados a marcar las diferencias en la delantera y los extremos han fracasado en su mayoría, quedando señalados Sergio Castel (1 gol y limpiado en enero) y Roko Baturina (2 dianas), las dos grandes apuestas de Loren Juarros en el mercado veraniego de 2024.

Nadie, salvo que la cosa cambie mucho en las dos jornadas que restas, va a alcanzar la decena de goles. El pichichi ahora mismo es Dioni Villalba, con un rendimiento excelente casi todo el curso pese a que se le auguraba un rol secundario. Siete tantos que, por algo que no se termina de entender, no le están sirviendo para que el club le ofrezca la continuidad.

Tras él, seis de Cordero, cuatro de Larrubia y cuatro de Chupete. Todos de la casa. Se han echado en falta otros complementos. Lobete y Kevin están con dos, números muy justitos para jugar en las posiciones que juegan, sobre todo el primero. Rahmani es que no ha sido determinante ni una sola vez...

Pese a la bendita explosión de Chupete, el Málaga tiene la obligación de acertar con los delanteros y otros futbolistas ofensivos para la campaña 2025/2026, donde nadie se conformará con un desenlace como el actual y se exigirá una mayor ambición. La pelota la tiene el club en su tejado.