El Málaga CF quiere paz con Ontiveros: "Lo que pasó hay que olvidarlo"

Pocos conocen mejor a Javi Ontiveros que Sergio Pellicer. El marbellí fue uno de los ojitos derechos de la afición. Tras salir al Villarreal las cosas no le fueron del todo bien y hace unos veranos el Málaga tenía cerrado su regreso en calidad de cedido. Era la guinda de Manolo Gaspar para el equipo de José Alberto López. Pero cuando se le esperaba en La Rosaleda para firmar, con la camiseta preparada y todo en orden, pegó la espantada y se marchó a Osasuna. Desde entonces, la afición blanquiazul no le pasa ni una. El entrenador malaguista cree que es hora de cerrar esa herida y dejarlo estar.

"Javi es un jugador mamado en la cantera del Málaga y malaguista. Es un jugador muy grande. Tuve el placer de tenerlo en categoría inferiores y fuimos campeones en juveniles. Si muchos de esos jugadores hubiesen encontrado su hueco en el Málaga, serían grandes jugadores. De Javi sabemos el talento. Está en su mejor momento. Es uno de los jugadores con más impacto en goles, asistencias… es un jugador que, a pesar de lo que ocurrió la última vez, dejó 7 millones. Lo que pasó hay que olvidarlo. Javi se motiva más cuando se le pita. Le deseo todo lo mejor después de este partido. Es el máximo exponencial a nivel de ataque para el Cádiz, pero nosotros tenemos que estar centrados en nosotros mismos.

Dependencia absoluta de su Cádiz

La máxima dependencia que el Cádiz CF tiene de un futbolista como Javier Ontiveros es un problema si este jugador no puede actuar por sanción o lesión, o sucede como el otro día en Albacete, donde el técnico Alberto González tenía la lección bien aprendida y le cerraba con dos rivales cuando el malagueño regateaba en busca de espacios para encañonar la portería. Así que el Málaga CF ya sabe cuál es su primera misión en la cita de este domingo.

Ontiveros está resolviendo muchos encuentros con sus asistencias y goles propios, muchos de ellos de gran valor y enorme belleza. El jugador del Cádiz CF no tiene problemas para echarse al equipo a la espalda, en dar ese paso al frente para desatascar una situación determinada en un partido cualquiera.

Es tal la aportación que cuando no está sobre el verde, a sus compañeros se les hace de noche y cuesta encontrar un pasillo por el que acercarse a la portería contraria. Salvo una inspiración de Brian Ocampo, que aparece mucho menos de lo deseado a pesar de ser posiblemente el segundo jugador más desequilibrante del Cádiz CF por detrás de Ontiveros, el resto del once puede apelar a una jugada a balón parado o a la zurda de Mario Climent, que ha dejado goles en sus pocos encuentros de amarillo.

Son 27 encuentros en lo que se lleva de temporada -21 saliendo de inicio-, casi 2.000 minutos y once goles los que elevan a Ontiveros a lo máximo en su primera campaña como cadista. Menos mal que salió al rescate cuando más lo necesitaba el equipo, que se vio con Paco López en la zona de descenso, clínicamente muerto y con pocos argumentos para soñar con una reacción como la que finalmente se ha producido.

En esa mejoría el atacante del Cádiz CF es pieza fundamental como ha demostrado en el terreno de juego. Un robo en la zona ancha o en la parte de tres cuartos es mortal y casi sinónimo de gol si el malagueño saca a pasear su calidad.

Pero es una realidad que el equipo de Garitano debe encontrar recursos y argumentos si en el césped no está o no aparece su mejor jugador. Ese concepto de equipo que muestre que hay ‘vida deportiva’ más allá del malagueño que, para lo bueno y lo malo, a día de hoy es insustituible en el Cádiz CF.