El fútbol está lleno de caprichos. Tres temporadas estuvo en el equipo Pol Freixanet (Manresa, 1991), aunque no llegó a debutar con el Málaga. Un anhelo que este domingo se hará realidad. El catalán se pondrá bajo palos en La Rosaleda, aunque lo hará en la trinchera contraria.

Pol, el menor de una saga de deportistas destacados, llegó al club de Martiricos en 2010 procedente del Espanyol. Aterrizó para fortalecer al Atlético Malagueño, aunque pronto se hizo un hueco en los planes de Manuel Pellegrini, que lo reclutaba para los entrenamientos. El meta creció a la sombra de una de las parejas de porteros con más nivel en la historia blanquiazul, Willy Caballero y Carlos Kameni. El equipo malagueño vivía su época dorada, que tuvo su punto cumbre con la disputa de la Champions League. Precisamente en la fase de grupos, frente al Zenit, el arquero se sentó entró en la lista de 18 y viajó a San Petersburgo. Además, se acercó a la decena de convocatorias en el campeonato liguero.

Tras superar una grave lesión de rodilla, Freixanet vuelve a acaparar el foco. Casualidades del destino, hace unos días quedó liberado Édgar Badía, el portero titular de Xavi Bartolo, por varias nóminas adeudadas. El catalán, hasta la fecha, había intentado empujar con buenas actuaciones en la Copa del Rey. Una situación que lo coloca en la primera línea para vivir un momento especial en Martiricos. A sus 27 años, el portero busca hacerse un hueco en el fútbol profesional.