Aquí comienza el camino de este Málaga CF 22/23 que han moldeado entre Pablo Guede y Manolo Gaspar. El primero puso las necesidades, los perfiles y a qué y cómo se quería enfrentar esta temporada con la base que ya tenía del pasado curso. El segundo se encargó de ejecutar el plan con sus propias herramientas y nombre y apellidos a los fichajes, que por el momento son 11, aunque se espera como mínimo uno más a espera de nuevos ingresos, como puede ser la operación de Ricardo Horta.

El primer muro que debe derribar y con el que construir su propio camino es el Burgos. El Málaga visita El Plantío a las 22:00 horas con una mezcla de ilusión desbordante y el cosquilleo nervioso de las primeras veces. Lo decía Guede en rueda de prensa, que tenía ese gusanillo que le genera incertidumbre. Los amistosos ya han quedado atrás, con ellos las muchas pruebas que ha puesto en práctica el argentino, pero lo de ahora es ya la realidad, lo que te coloca arriba o abajo desde el primer día.

Guede tiene también por delante la primera gran tarea de confeccionar un once. Reconoció que ya tenía claro cómo jugarían y con qué esquema pero que todavía no tenía claro quiénes iban a representar cada rol, quiénes serían sus titulares para la primera batalla en Burgos. Es cierto que hay ciertos puestos medianamente claros, como puede ser la pareja de ataque que conforman Fran Sol y Rubén Castro, los laterales de Jiménez y Juanfran –no hay grandes alternativas–, o jugadores como Luis Muñoz, Jozabed o Bustinza, que por veteranía y galones parecen fijos.

En cualquier caso se espera esta temporada un gran reparto de minutos. Entre que la plantilla es corta y que Guede pone en práctica la meritocracia durante la semana, las rotaciones serán habituales y habrá tiempo para todos. La defensa, en principio pensando en la línea de tres que tanto gusta al técnico, tiene nombres suficientes, también la medular con seis jugadores para tres puestos sin contar a los canteranos. La presión y el control de juego serán denominador común de este equipo, que quiere ser protagonista y agresivo con y sin balón. Es una seña de identidad de Guede, que ya fue así durante su época como futbolista y mantiene patrones.

En frente tendrá a un Burgos que si bien es cierto que cuenta en estos momentos con una plantilla corta, mantiene a un nutrido grupo de jugadores con respecto al año pasado, cuando fue un equipo peleón todo el año y en casi cualquier terreno de juego. Julián Calero, su técnico, piropeó a la plantilla de Guede dejándoles el cartel de favoritos.