El Ayuntamiento de Marbella ha iniciado los trámites del nuevo Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), un documento de planificación urbanística que contempla un incremento del suelo urbano del 25% con un total de 52.2 millones de metros cuadrados, según ha anunciado este lunes la alcaldesa, Ángeles Muñoz.

Así lo ha destacado la regidora en rueda de prensa tras la Junta de Gobierno local, donde ha estado acompañada por la concejala de Ordenación del Territorio, María Francisca Caracuel, señalando que en el día de hoy se ha celebrado la “comisión informativa” en la que se ha aprobado el “inicio de la tramitación” del PGOM, que tendrá como primer paso la remisión de los correspondientes informes sectoriales a los organismos estatales.

Así, el Consistorio de Marbella será el “primer” ayuntamiento de la región en aprobar su planificación urbanística enmarcada en la nueva Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA), que como ha recordado Muñoz, divide a aquella en dos documentos como son el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) y el Plan de Ordenación Urbana (POU).

De este modo, Muñoz ha señalado que el próximo lunes se llevará a un Pleno extraordinario la “remisión a los sectoriales” del PGOM como son “Carreteras, Costas, Ferrocarriles y Calidad del aire en Medio Ambiente”, señalando que “el tiempo que tienen tasado estos organismos” estatales es “de entre uno y dos meses” excepto para el primero, que contará con “tres”.

Una vez que los informes sectoriales estén aprobados por parte de los ministerios, Muñoz ha avanzado que la “aprobación inicial” del PGOM se elevará al Pleno de la Corporación, que espera que se produzca “en los primeros meses de 2023”. Posteriormente, ha indicado que se abrirá un periodo de “alegaciones” y la aprobación definitiva, un trámite que ha estimado que se producirá para “2023 o el principio de 2024”. De forma paralela se tramitará el POU, que especifica “al detalle” aspectos como “las alineaciones o los porcentajes de edificación”, y que prevé aprobarlo inicialmente en el año 2023.

La alcaldesa ha recordado que la tramitación del PGOM se inicia tas haber aprobado antes del verano “el documento de alcance ambiental” y acogerse el Ayuntamiento a la LISTA, ya que la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se inició al final del año 2019, pero en el marco de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), que incluía esa figura de planeamiento.

La regidora ha puesto de relieve que el nuevo PGOM sirve para establecer “el modelo de ciudad, la tramitación por parte de los promotores, que los vecinos sepan dónde van a tener sus colegios, las zonas verdes o los equipamientos; qué edificabilidad va a tener un sitio, la calificación o reduce mucho las especulaciones de suelos”, que con la LISTA quedan clasificados en “dos modelos” como son “el rústico” y “el urbano”.

En este sentido, ha detallado que la ciudad suma en total 117 millones de metros cuadrados, de los que “52.2 millones” quedan en el PGOM recogidos como “urbanos” frente a los “casi 40 millones” previstos en el PGOU de 1986 -que se aplica en la actualidad-, lo que supone “un incremento del 25%”, mientras que el documento establece que “65 millones de metros cuadrados son rústicos”. Por otro lado, ha especificado que “hay una parte del término municipal que no se desarrolla en la zona norte de la Autopista” y que no se contempla en las anteriores categorías.

Muñoz ha resaltado como una prioridad del nuevo planeamiento el que “los suelos rústicos que están en tramos urbanos se puedan desarrollar cuanto antes”, para lo que ha asegurado que “hay unos criterios muy claros por parte de la propia ley y del reglamento que va a desarrollarla”, así como que estas parcelas se podrán desarrollar si está aprobado el PGOM, pero no aun el POU. Como ejemplos, ha aludido a zonas como Holanducía en la Milla de Oro, los terrenos que hay frente al Marbella club, Valle del Sol o Los Molineros porque “se pueden incorporar algunas áreas”.

La alcaldesa ha recordado que el suelo urbano es aquel que “tiene edificadas las dos terceras partes de su superficie, el acceso rodado y los servicios como saneamiento, luz y agua”. “El resto del suelo que no está desarrollado es rústico” y la ley permite su desarrollo con “una tramitación muy clara, expresa y con un criterio de oportunidad muy clara por parte del Ayuntamiento”, que es la “proximidad del casco urbano” y enclavados en “la malla urbana”.