Rechazo de los grandes municipios de la costa a crear una tasa turística
La mayoría de ciudades costeras descartan implantar un gravamen al sector, salvo Torremolinos, que sí es partidaria
La implantación de una tasa turística está en el debate de las administraciones públicas, una medida que cuenta con partidarios, como es el caso de Torremolinos, y detractores, y de la que uno de los principales destinos turísticos de sol y playa como es la Costa del Sol se muestra contrario a establecer un gravamen de este tipo, según la mayoría de los ayuntamientos costeros consultados.
Este es el caso de Estepona, donde su alcalde, José María García Urbano, continúa siendo contrario a la creación de una tasa turística. En su opinión, este tipo de gravámenes se imponen por dos razones: “Para recaudar y luego invertir en el destino turístico o para desincentivarlo porque se encuentre saturado ante la elevada presencia de visitantes”.
En este sentido, el regidor ha considerado que la Costa del Sol “no es un enclave turístico que se encuentre masificado”, por lo que no tiene sentido implementar medidas que lo desincentiven de cara a posibles viajeros”. Por otro lado, García Urbano ha valorado que las necesidades de inversiones “deben cubrirse con presupuestos generales y no fijando nuevos tributos que acaben convirtiéndose en elementos desincentivadores”.
Asimismo, el alcalde ha señalado que este tipo de tasas “son perjudiciales para el sector turístico” porque “se lanza un mensaje negativo a los países extranjeros, que son los principales emisores de turistas”.
De la misma opinión es el municipio de Mijas, que tampoco se plantea imponer un gravamen de estas características, según ha destacado el concejal de Turismo, José Carlos Martín, quien ha destacado que la afluencia de visitantes al municipio “repercute económicamente en el consumo que realizan”, en la “dinamización de nuestra economía” y en la “generación de puestos de trabajo”.
Así, el edil ha señalado que en el municipio “existen impuestos que atañen al turismo”, por lo que ha valorado que “no es necesario gravar esta actividad, que supone nuestra principal fuente de riqueza”. La solvencia económica de la que presume el Consistorio motiva esta visión, ya que cuenta con unas arcas “saneadas” y un “superávit” de más de los 100 millones de euros, por lo que “no tiene sentido esta medida”, ha subrayado.
En cuanto a la generación de un debate sobre este asunto, Martín ha indicado que de plantearse “no debería ser algo aislado de una localidad, sino un tema conjunto debatido con los profesionales del sector y que cuente con un amplio consenso”.
Por su parte, la localidad costasoleña de Fuengirola descarta implantar una tasa turística, una medida que no está en los “planes” del Consistorio, han asegurado desde la institución, y que no ven necesaria debido a la “actividad económica” y las “cuentas saneadas” que presenta el municipio, por lo que el Ayuntamiento “es perfectamente capaz de mantener los servicios y la ciudad en perfecto estado de revista para cualquier turista que venga”.
Desde la Administración local han descartado gravar a la “principal industria, que es el turismo y a los turistas”, ya que así “no contribuimos a que vengan más”, han remarcado.
Marbella es otro de los municipios de la Costa del Sol que se muestra contrario a implantar una tasa turística, como ya puso de manifiesto su alcaldesa, Ángeles Muñoz, el pasado mes de noviembre, cuya postura mantiene ahora. Por aquel entonces, argumentó que “a nivel nacional existen unos parámetros, que son los municipios turísticos, los cuales reciben una financiación extraordinaria, porque al final, el turismo es una de las fuentes de financiación a nivel nacional, por lo que los municipios turísticos se entiende que tienen que tener más recursos”.
Benalmádena tampoco se ha mostrado a favor de crear este tipo de medidas impositivas, ya que “supone hacernos competencia dentro del mismo destino”, ha expresado su alcalde, Víctor Navas, en relación a la Costa del Sol. Frente a esta postura está Torremolinos, que es partidaria de buscar fórmulas que permitan desarrollar una tasa de este tipo o participar en el IVA que recauda el sector turístico.
Por su parte, la capital malagueña da por zanjado el debate ya que “tendría que ser la comunidad la que estableciera esa tasa, y luego cada municipio sería el que decidiese en qué dimensión lo aplica”, explicó el pasado mes de enero la concejala de Turismo del Ayuntamiento, Rosa Sánchez.
La Junta dice que el gravamen al turismo debe regularlo el Estado
El consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local de la Junta, Juan Marín, considera que la tasa turística deber ser regulada a nivel nacional, así como ve el debate “innecesario”.
Así lo destacó Marín el pasado 19 de febrero tras un encuentro en el Palacio de San Telmo, en Sevilla, con los representantes de la marca turística Andalucía Soul, donde fue preguntado por dicha medida impositiva.
El consejero de Turismo opinó que el turismo ya ofrece unas aportaciones a los recursos públicos mediante impuestos como el IVA, que son “suficientemente justificativos” de que “no es necesario el incremento de la tasa”.
Juan Marín indicó que analizar de quién debería ser competencia dicha tasa –municipal, autonómico o nacional– hará que se llegue a una situación y a un debate “innecesario”. En Andalucía, explicó, “la Junta invierte y ofrece inversiones para que no sea una tasa un impedimento para hacer acciones turísticas”. Por todo ello, insistió en abrir un debate mientras opinó que la tasa deber ser regulada a nivel nacional.
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