Un médico tiene que huir de una vivienda en Mijas para evitar una agresión durante una asistencia

Las agresiones a personal sanitario siguen creciendo en la provincia de Málaga y han alcanzado una situación límite que los profesionales ya califican de “pandemia”. El último episodio violento se produjo la madrugada del pasado jueves 17 de julio en el municipio de Mijas, durante una asistencia médica de urgencia a domicilio.

Un equipo del CES 061 acudió al domicilio de un paciente que había solicitado atención. En plena intervención, y sin mediar palabra, el hombre se abalanzó sobre el facultativo, lo insultó gravemente y terminó lanzándole una zapatilla a la cara. Aunque los familiares intentaron contener al agresor, no pudieron evitar el ataque. Ante el peligro evidente para su integridad física, el equipo de emergencias se vio obligado a abandonar el domicilio apresuradamente, dejando allí parte del material electromédico y de asistencia. Posteriormente, pudieron recuperar los equipos con la ayuda de agentes de la Guardia Civil, que se personaron en la vivienda y levantaron atestado.

El facultativo agredido ha interpuesto una denuncia ante la Policía Nacional, mientras que el suceso ha reavivado la indignación del colectivo médico. Este miércoles por la mañana, el Sindicato Médico de Málaga (SMM) ha convocado una concentración de repulsa en la base del 061 ubicada en el Hospital Civil, donde decenas de profesionales han mostrado su apoyo al compañero y han exigido a la Administración autonómica medidas contundentes y urgentes frente al repunte imparable de agresiones.

“Las agresiones a médicos en la provincia se han convertido en una pandemia difícil de controlar, cuyos casos no paran de incrementarse cada año”, ha alertado el SMM en un comunicado. Según el sindicato, en lo que va de 2025 ya se han registrado 31 agresiones a facultativos en Málaga, una cifra que no solo supera los casos contabilizados en todo 2024, sino que además representa un incremento del 30% respecto a los primeros siete meses del año pasado.

La situación es especialmente preocupante en el ámbito de las urgencias y emergencias extrahospitalarias, donde los profesionales deben atender a pacientes en domicilios particulares o en la vía pública, a menudo en condiciones de aislamiento, con recursos limitados para defenderse y sin presencia policial inmediata. “A la desagradable experiencia de sufrir violencia verbal o física se suma la necesidad de huir del lugar, el abandono forzoso del material asistencial y, sobre todo, la soledad profesional en entornos hostiles lejos de los centros sanitarios”, ha denunciado el sindicato.

El SMM considera que estas agresiones se están “normalizando” peligrosamente, y advierte del desgaste emocional y profesional que sufren los médicos que trabajan en estas condiciones. “Cada agresión es una amenaza directa a nuestra seguridad y a la calidad del servicio que prestamos. No podemos seguir trabajando con miedo”, han declarado los representantes sindicales.

Por ello, han instado una vez más a la Consejería de Salud y al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a reforzar los protocolos de protección, a establecer medidas disuasorias eficaces y a dotar a los equipos de emergencias de medios que garanticen su seguridad. Entre las propuestas están la implantación de dispositivos de alerta inmediata, acompañamiento policial en zonas de riesgo, endurecimiento de penas y campañas de concienciación ciudadana.

“La situación es insostenible. Si no se actúa ya, la atención sanitaria urgente corre el riesgo de quedar desprotegida. Estamos ante un problema estructural, que afecta a la seguridad de quienes velan por la salud de todos”, concluyen.