El yacimiento del Cortijo de Acebedo, en Mijas, ha recibido a sus primeros visitantes con motivo de las Jornadas Europeas de Arqueología y tres grupos de quince personas pudieron conocer esta zona arqueológica que incluye una villa púnico-romana de gran extensión y restos con una antigüedad de más de 2.500 años.

Los participantes en esta visita contaron con información detallada sobre los elementos que se encuentran en él, que datan entre los siglos VIII antes de Cristo y VI después de Cristo, así como disfrutar de una explicación cronológica sobre el mismo, los usos o la vida cotidiana de la gente que vivía en él, ha informado este lunes el Ayuntamiento en un comunicado.

La importancia de este yacimiento radica en “su datación, extensión y la buena conservación de los restos encontrados”, ha destacado al respecto el técnico del área de Patrimonio Histórico de Mijas, Juan José de la Rubia.

A día de hoy se sigue trabajando en la zonas tras lograr la aprobación del Proyecto General e Investigación Arqueológica propuestos por el consistorio y aprobado por parte de la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, según el Ayuntamiento.

“En Andalucía hay apenas unos cuarenta proyectos aprobados, ha señalado el alcalde de Mijas, Josele González, quien ha recordado que ahora hay “seis años de investigación por delante” en la que participan universidades de primer nivel junto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lo que es “una oportunidad de oro”.

En el lugar de los sondeos se ha hallado hasta la fecha una extensa villa púnico-romana, y la utilización de técnicas de geo-radar, catas arqueológicas y excavaciones han permitido localizar estructuras y piezas que abarcan varios siglos de la antigüedad.

En este yacimiento, uno de los más importantes de Málaga, se han localizado, entre otros, un horno cuadrado único en la provincia en perfectas condiciones; un amplio alfar compuesto por al menos seis hornos para la fabricación de cerámica; una pequeña pileta, en uso hasta el siglo I antes de Cristo en época fenicia; termas de agua fría, y las letrinas de las mismas, reutilizadas como zona de producción de aceite.

También se han hallado huellas de cultivo de época tardopúnica, que se corresponden con antiguas viñas que contarían con más de 2.000 años, “solo una pequeña muestra de lo que queda pendiente por investigar”, ha añadido el consistorio.