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Porsche lanza comercialmente -ya puede encargarse- el Cayenne Electric con dos opciones ambas con tracción total gracias al empleo de un motor en cada eje. Son las primeras con sistemas de propulsión eléctricas del SUV que la firma de Stuttgart introdujo en 2002 y que desde entonces se ha convertido en uno de sus pilares comerciales. El nuevo modelo convivirá con las variantes de combustión e híbridas enchufables, que en total suman hasta trece opciones con potencias de entre 354 y 740 CV y precios que oscilan entre 118.067 y 223.684 euros.
El Cayenne Turbo Electric es la más costosa de estas dos nuevas opciones eléctricas: 169.124 euros. Acelera de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 260 km/h. Su sistema de propulsión, con motores eléctricos de nuevo desarrollo ofrece 1.156 CV (850 kW) y 1.500 Nm de par con el Launch Control activado y recurre a soluciones derivadas de la competición, como la refrigeración directa por aceite del motor trasero para mantener una alta entrega de potencia sostenidamente. En uso normal entrega hasta 857 CV (630 kW), mientras que la función Push-to-Pass añade 177 CV (130 kW) extra durante diez segundos.
En cuanto a la versión básica, en tanto que supone 106.296 euros, el Cayenne Electric, desarrolla 408 CV (300 kW) en funcionamiento normal y llega a 442 CV (325 kW) y 835 Nm de par con Launch Control. Este Porsche de acceso a la gama acelera de un 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y una velocidad máxima de 230 km/h.
No sólo son llamativas las cifras de potencia que este Cayenne maneja, sino también la alta capacidad de recuperación de energía que su arquitectura eléctrica de 800 voltios tolera. Y es que, según Porsche, el modelo básico puede recuperar hasta 600 kW, con alrededor de un 97 por ciento de las frenadas gestionadas únicamente por los motores eléctricos. No obstante, como alternativa al equipo de frenos estándar, el Cayenne Turbo puede montar en opción los discos de freno cerámicos del PCCB.
Junto a lo anterior, este Cayenne incorpora en su chasis una suspensión neumática adaptativa en ambas versiones, mientras que el Turbo añade diferencial trasero de deslizamiento limitado y, en opción, ambas versiones pueden tener dirección en el eje trasero, ofreciendo un ángulo de giro de hasta cinco grados. Además, existe la disponibilidad del sistema de suspensión activa Porsche Active Ride, ya visto en otros modelos de la marca.
Para quienes vayan a salir con frecuencia del asfalto, Porsche ofrece un paquete Off-Road con un frontal de geometría específica que mejora los ángulos de ataque y facilita el uso en pistas y terrenos complicados.
El Cayenne Electric tiene una batería 113 kWh de capacidad de nuevo desarrollo, refrigerada por ambos lados para optimizar la gestión térmica. Con ella, la autonomía homologada en ciclo WLTP alcanza hasta los 642 km en el Cayenne Electric y hasta 623 km en el Turbo.
Puede cargarse con corriente continua con una potencia altísima, de hasta 390 kW, e incluso llegar puntualmente a 400 kW en condiciones específicas. Esto supone que puede recuperar energía para unos 325 km de autonomía en el Cayenne y 315 km en el Turbo en diez minutos.
Como novedad, el Cayenne Electric es el primer modelo de la marca que admite carga inductiva opcional de hasta 11 kW. Con un cable, y usando corriente alterna, puede recibir esa misma potencia, en tanto que la limitación la impone su cargador embarcado. Es raro que, con una batería tan capaz, Porsche no haya optado por uno, también trifásico, que admita 22 kW.
Su carrocería es levemente más larga -casi seis centímetros- que la de los Cayenne de combustión, con 4,99 m, mientras que la anchura es de 1,98 y la altura de 1,67, por tanto 2,4 cm menos. Destacan los faros Matrix LED más finos y los pasos de rueda marcados, junto con la característica línea de techo ligeramente inclinada. Tiene ventanillas sin marco y, en la trasera, pilotos de efecto tridimensional o el logo de la marca iluminado. En el Cayenne Turbo se usan elementos específicos en color Turbonita.
El coeficiente aerodinámico es de 0,25, mucho más bajo que el 0,35 de los Cayenne de combustión. El sistema Porsche Active Aerodynamics (PAA) incluye deflectores de refrigeración activos en el frontal, un alerón de techo adaptativo y, en el Turbo, aeroblades traseros móviles que mejoran el flujo de aire y contribuyen a aumentar la autonomía a altas velocidades. Se completan con las cortinas de aire delanteras, bajos casi carenados por completo, llantas específicas, que van de 20 a 22"; y un difusor trasero.
El efecto de una distancia entre ejes de casi 13 centímetros, hasta 3.023 mm, respecto a los Cayenne de combustión se traduce en más espacio para las piernas en las plazas traseras, donde se dispone de reglajes eléctricos.
En cuanto al maletero, ofrece una capacidad de 781 litros a los que se pueden sumar los 90 del compartimento delantero. La capacidad de remolque puede llegar hasta 3,5 toneladas en función del equipamiento.
Entre el equipamiento están lo que Porsche llama modos de ambiente y que modifican la posición de los asientos, iluminación, climatización, sonido y apariencia de las pantallas en función del programa elegido. Entre los elementos de confort destacan el techo panorámico con control de luz variable mediante cristal líquido y una nueva calefacción por secciones que actúa, además de sobre los asientos, sobre apoyabrazos y paneles de puertas.
En el apartado tecnológico, el Cayenne Electric estrena el sistema Porsche Driver Experience. El protagonismo lo asume la pantalla Flow Display, un panel curvado integrado en la consola central que separa las áreas de visualización y de control. Se combina con un cuadro de instrumentos digital de14,25" y una pantalla opcional para el acompañante de 14,9". La instrumentación se complementa con un head-up display con realidad aumentada, con un área de proyección equivalente a 87 pulgadas, visible a unos 10 metros por delante del vehículo.
El nuevo entorno Porsche Digital Interaction pone el foco en la personalización y el acceso rápido a funciones mediante widgets y la aplicación Themes, que permite cambiar la combinación de colores de las pantallas. A través del Porsche App Centre se pueden integrar aplicaciones de terceros, servicios de streaming y juegos, en tanto que el asistente de voz Voice Pilot, con inteligencia artificial, promete entender órdenes y consultas complejas y contextualizadas, además de controlar la navegación y acceder a información online. Por otro lado, la Porsche Digital Key convierte teléfonos y relojes inteligentes en llaves virtuales que se pueden compartir con hasta siete usuarios.
Según portavoces de la marca, la estrategia de dos líneas de producto para sus modelos -una eléctrica y otra de combustión- se va a seguir extendiendo en todos los segmentos en los que Porsche está presente, de cara a que los clientes puedan elegir la opción que más les conviene.
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