Luis Montilva. Periodista venezolano

"La acumulación de poder era lo peor de Chávez, pero nunca fue un dictador"

  • Así ha vivido desde Andalucía un profesional de la televisión la noticia de más calado en décadas en Venezuela. "Ha marcado la historia de mi país".

Luis Montilva nació hace 30 años a cien kilómetros de Sabaneta de Marinas, de donde salió Chávez para convertirse en una estrella del béisbol. Montilva salió del Estado de Barinas, donde el clan Chávez domina, para convertirse en un profesional de la comunicación. Ahora es periodista en la cadena Venezolana de Televisión (VTV). Desde hace meses cursa en Jerez un máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación de la Universidad de Cádiz.

-¿Ha hablado ya con su familia en Venezuela?

-Uf, agarré el Skypesegún me enteré de la muerte de Chávez y fue una locura. Todas las comunicaciones estaban congestionadas.

-¿Y qué le contaron?

-El tremendo ambiente que había en la calle. Todo el mundo se desesperó, había mucha gente llorando por la calle y gritando. El dolor se percibía. Muchos venezolanos amaban a Chávez y se merecen cierto respeto.

-¿Todos bien?

-Sí, sí. Ya, pasadas las horas, a mí me recordaba, por lo que me contaban, al ambiente de un primero de enero, una nueva vida, un nuevo tiempo. Eso se respira.Terminar una época, comenzar otra con los mejores deseos.

-¿Qué es lo que sintió usted?

-Pese a que era una noticia esperada, sentí estupor, asombro... no sé, y más cosas. Unas sensaciones encontradas. Es una persona que ha marcado la historia de mi país. Tenga en cuenta que él ascendió al poder cuando yo tenía 16 años. Yo, en plena conciencia, sólo he vivido el chavismo y las políticas de Chávez.

-¿Y?

-Cuando era chamo sentía que la política era de personas adultas, pero no era eso, simplemente es que en Venezuela se hablaba muy poco de política. Chávez hizo que la gente se interesara por la política, que hasta entonces estaba considerada como una actividad ajena al pueblo, algo que no te iba a solucionar los problemas. Chávez también consiguió que Venezuela se conociera por Chávez aparte de por el petróleo y los concursos de belleza.

-¿Cuál era su opinión sobre él?

-Es que no ha habido un solo Chávez. Es muy distinto el Chávez del golpe del 92, de la constituyente, del golpe de Estado, del de su última época. De joven yo era un radical anti Chávez. Pensaba, y no es que estuviera descaminado, que daba al pueblo programas sociales, pero no herramientas para salir de su situación. Cuando crecí entendí de dónde veníamos. La palabra barrio en Venezuela es despectiva. Hace referencia a los ranchos, conglomerados de chabolas. Caracas se llenó de ellos, es lo que heredó Chávez. barrios por un lado y urbanizaciones por otro, separados, sin desarrollo urbanístico alguno, una desigualdad absoluta. El creó misiones como las Robinson, dedicadas a la educación en los barrios, otras misiones para dar comida a los necesitados. Otra cosa es que una parte de esa población pensar bueno, si me dan lo que necesito para sobrevivir, para qué me voy a mover de aquí.

-Defíname a Chávez.

-Omnipresente. No había día que él no marcara la agenda informativa. En los raros días en los que él no aparecía los periodistas nos mirábamos y nos decíamos y ahora qué hacemos. El manejaba los tiempos, la actualidad del país. Lo veías en todos lados. Ha sido una presencia permanente y eso sólo se puede conseguir teniendo un carisma que, en él, era innegable.

-¿Usted, como periodista, ha sentido que vivía en Venezuela en una dictadura?

-En Venezuela es difícil opinar, pero no porque no se pueda. Hay libertades. Si uno quería criticar a Chávez, podía hacerlo, nadie te va a meter preso. Lo que cuesta es tener un sentimiento crítico, objetivo. Si uno dice algo que no le parece bien de Chávez te etiquetan de opositor, pero si dice que algo no le gusta de la oposición ya eres chavista. Todo eso genera una presión porque el gran problema de Venezuela se encuentra en el lenguaje, en los odios. Hay un carácter radical del gobierno hacia determinados medios, pero también sucede a la inversa.

-¿Cuál será su legado?

-Mire, hay muchas cosas que no me gustaban de Chávez. Su populismo, la acumulación de poder que ha provocado por la enfermedad de una sola persona la paralización de las instituciones. Pero no era un dictador y no se le puede negar que ha creado un sentimiento de independencia y soberanía, de que en Venezuela podemos podemos decidir bien o mal, pero lo decidimos nosotros, que no somos marionetas de grandes potencia o grandes compañías. El orgullo de nación es el legado de Chávez.

-¿Habrá chavismo sin Chávez?

-No sé si lo habrá. Es el momento de hacer una transición en el que tan importante es Nicolás Maduro como Henrique Capriles. Sueño con unos y otros construyendo un país que es enormemente rico, que tiene recursos, que tiene capital humano. Es el momento para la esperanza.

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