Literatura

Adolfo García Ortega, Premio Málaga de Novela con ‘Una tumba en el aire’

  • El autor recrea la desaparición de tres jóvenes en 1973 a manos de ETA, aún no reconocida oficialmente

García Ortega, con miembros del jurado y el alcalde entre otras autoridades, en el Ayuntamiento.

García Ortega, con miembros del jurado y el alcalde entre otras autoridades, en el Ayuntamiento. / Málaga Hoy

El escritor, traductor y articulista vallisoletano Adolfo García Ortega ha ganado el duodécimo Premio Málaga de Novela con Una tumba en el aire, basada en la desaparición de tres jóvenes en 1973, unos hechos cuya autoría no ha reconocido oficialmente todavía la banda terrorista ETA. García Ortega (1958) explicó este lunes en el acto de lectura del fallo que la novela se desarrolla en 1973, “el año más crítico de ETA, porque está preparando la Operación Ogro, que conduciría al asesinato de Carrero Blanco, y está iniciando una carrera que acabaría en el abismo, la destrucción y el terror durante tantos años”. Sin embargo, “no es un ensayo sobre ETA”, precisó, sino la historia de tres jóvenes gallegos que vivían en Irún y que el 23 de marzo de 1973 deciden viajar a Biarritz para ver El último tango en París, una película entonces prohibida en España. Al regreso, toman una copa en una discoteca y se encuentran en el País Vasco Francés, en ese momento “casi un santuario para lo que llamaban refugiados vascos”, con un grupo de etarras “que confunden a los jóvenes con policías y los secuestran”, momento en el que se pierde la pista de estas víctimas. “No se ha sabido nada más de ellos en 45 años. Sentí que esta historia me había elegido a mí para contarla, porque han quedado arrumbados en la Historia y no han tenido restitución, pero sus familias siguen pensando que encontrarán sus cuerpos, y mantienen un duelo que no ha acabado”.

El autor señaló que en todas sus novelas intenta “encontrar una dialéctica entre el bien y el mal y entre la inocencia y la prepotencia”, y en este caso se ha puesto del lado de unas víctimas que tuvieron “una muerte demasiado temprana y necesitaban un relato que les restituyera en la vida”. “Me he sentido como un médium al que el espíritu de estos chicos le dictaba lo que debía hacer, los pasos a dar y qué debía escribir”, afirmó el escritor vallisoletano afincado en Madrid. Sin embargo, apuntó que, “para hablar de las víctimas, también hay que abordar el lado oscuro de los asesinos”, y él ha buscado una “vía verosímil” para acercarse a la verdad en este caso cuya autoría “ETA acabó reconociendo de manera subrepticia, entre confesiones de etarras a confidentes”.

Para García Ortega, que utiliza los nombres reales tanto de las víctimas como de las autores, “la literatura tiene la fuerza de restituir verdad a la realidad y es capaz de darle un rango mítico que le da mayor verosimilitud”.

Esta duodécima edición del Premio Málaga de Novela, convocado por el Ayuntamiento de la ciudad, ha recibido 459 textos procedentes de toda España y de quince países de Iberoamérica, y está dotada con 18.000 euros y la publicación de la obra ganadora por la editorial Galaxia Gutenberg, que se incorpora este año al galardón y editará el libro en el primer trimestre de 2019.

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