Cultura

La Aduana, en la cuerda floja

  • La Junta teme retrasos en la apertura del Museo de Málaga, cuyo proyecto museístico está ya en el Ministerio de Cultura, cuando el PP insiste en su programa electoral en trasladar el Arqueológico al convento de la Trinidad

Las elecciones generales del 20 de noviembre tienen al museo de Málaga en el punto de mira de las infraestructuras culturales. Según las previsiones de la Junta de Andalucía, las obras en el Palacio de la Aduana finalizarían en el primer semestre de 2012, con idea de inaugurar la pinacoteca en 2013. Con el proyecto museístico en la mesa del Ministerio de Cultura, la Administración andaluza expresa ahora su "preocupación" ante posibles retrasos, toda vez que el Partido Popular mantiene en su programa electoral el traslado del Arqueológico al convento de la Trinidad. "Al sacarlo de La Aduana obligaría a redefinir el proyecto y retrasar las obras. Y se perdería el gran museo de Málaga", sostiene Manuel Jesús García, delegado provincial de Cultura.

A la Junta le preocupa "este cambio de marcha hacia atrás" en el proyecto de convertir La Aduana en el Museo de Bellas Artes y Arqueológico "y perder así la oportunidad de que Málaga cuenta con dos grandes museos, el Picasso y éste", recalca García.

Por su parte, Antonio Garrido Moraga, portavoz de Cultura del Partido Popular en el Parlamento de Andalucía, recuerda que desde la etapa de Celia Villalobos en el Ayuntamiento de Málaga su partido "exigió" que la Aduana fuera sólo sede del Bellas Artes. "Y lo único que logramos fue que en el salón de columnas hubiera una sala de exposiciones", explica. El programa electoral que ahora presenta el PP apunta a "un gran museo especializado en pintura del siglo XIX" que se nutra en parte con fondos del Museo del Prado cedidos "para exposiciones temporales y monográficas como las dedicadas a las marinas, al costumbrismo, etc.", añade.

Al respecto, el delegado de la Junta detalla que la futura pinacoteca de La Aduana "ya cuenta con fondos cedidos por el Prado, y la idea es continuar aumentando esa cesión para completar la colección del XIX en el museo".

Ante la posibilidad de una demora en la inauguración del museo, Garrido asegura que la salida del Arqueológico de La Aduana "no tendría por qué retrasarse, ni redefinir nada. La Aduana va a ser el Museo de Bellas Artes y punto". Y apunta una sospecha: "Espero que no lo utilicen como excusa. Si hay algún retraso la única responsable sería la Junta de Andalucía", responde. El parlamentario comenta además que los fondos del XIX que posee el Bellas Artes, "junto a donaciones particulares" estarían mejor ubicados en la totalidad del espacio de La Aduana. En este sentido, Garrido subraya la importancia del legado de la Real Academia de Arte de San Telmo para el Museo de Málaga "por lo que su sede tiene que estar ahí", puntualiza.

La rehabilitación, mediante convenio con la Junta de Andalucía, del Convento de La Trinidad para instalar allí el Arqueológico es otro de los puntos en el programa electoral del PP. Una iniciativa que cuenta con un obstáculo: la Junta de Andalucía ya prevé en ese mismo recinto una subsede del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, una idea que Garrido considera "engañiza" e "inoportuna". Desde el PP sugieren como solución "buscar en Málaga otro edificio" o ampliar la sede actual del IAPH , ubicada en Sevilla.

Otro de los puntos programáticos que el Partido Popular llevaría a cabo si ganase los próximos comicios pasa por incrementar la participación del Ministerio de Cultura en la financiación del futuro Auditorio de Málaga, "traspasándole la responsabilidad de su gestión", concluye el programa. Por contra, la Junta de Andalucía propone abrir la inversión a la iniciativa privada. "Cuando iniciativa privada no hay y menos para una auditorio de la música", puntualiza Garrido.

Las posiciones encontradas entre Junta de Andalucía y Partido Popular tienen otro argumento para la controversia en la Fundación María Zambrano de Vélez. El PP pretende convertirla en un Centro Internacional para la Igualdad de Género. La Administración andaluza lo considera una visión "reduccionista" de la vida y obra de la pensadora, "cuando ella hablaba de la igualdad, pero no sólo de género sino de la condición humana en general, que no hubiese ningún tipo de dominación de un ser humano sobre otro", expresa García.

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