El escenario no podía ser otro que la hermosa explanada que ha quedado frente la que será la entrada principal del Museo de Málaga, en el Palacio de la Aduana. La cabeza de lista del PP al Congreso por Málaga, Celia Villalobos, y el portavoz popular en el Parlamento Andaluz, Antonio Garrido, comparecieron en tan idóneo marco para presentar el programa de su partido para las próximas elecciones generales en materia de cultura. Y dado que el programa presenta como punto estrella el traslado del Museo Arqueológico al Convento de la Trinidad y la consagración exclusiva de la Aduana al Museo de Bellas Artes, la elección del emplazamiento estaba más que justificada. La ocasión, además, la pintaban calva para responder a la valoración emitida desde la Consejería de Cultura y recogida ayer mismo por Málaga Hoy, según la cual este reparto en dos de un equipamiento diseñado para ser un solo museo acarreará al proyecto más retrasos de los que ya acumula. Villalobos y Garrido lo desmintieron con rotundidad: nada de eso, hombre. La exalcaldesa se comprometió incluso a abrir el Museo de Bellas Artes en la Aduana antes de 2013, fecha prevista por el Ministerio y la Consejería de Cultura. Y añadió al respecto: "Que no confundan a nadie. Este museo tenía que haber abierto sus puertas como tal este año. El responsable del retraso no es otro que el PSOE".

En el caso de que el PP gane las elecciones el próximo día 20 se producirá una situación delicada para este trasiego. El Ministerio de Cultura quedará en manos del PP, partido que siempre ha defendido la instalación del Museo Arqueológico en la Trinidad; y mientras, la Consejería de Cultura, que siempre ha apostado por la integración de los dos museos y que tiene la titularidad del Convento desde la permuta que permitió instalar la Subdelegación del Gobierno en la Caleta, seguirá en manos del PSOE. De este modo, el Arqueológico puede quedarse colgado en un limbo partidista que para Celia Villalobos tiene una solución muy sencilla: "Que Javier Arenas gane las elecciones en marzo". Pero Garrido, más pragmático, afirmó que ya lo tiene "todo pensado" y explicó su plan: "Llevar el Arqueológico a la Trinidad no tiene por qué implicar un retraso en la Aduana. Se trata, simplemente, de instalar el Museo de Bellas Artes aquí y no tocar lo demás, mientras se aplican las partidas presupuestarias necesarias para la consolidación del Convento, que sigue cayéndose a trozos, y se realiza el proyecto museográfico del Arqueológico". El hueco que quedaría en la Aduana sin los fondos arqueológicos se completaría con obras de arte español del siglo XIX cedidas temporalmente por el Museo del Prado, una medida a la que Villalobos se comprometió especialmente: "Ya pedimos esos fondos cuando Carmen Calvo era ministra de Cultura y yo alcaldesa, pero no nos hicieron caso. Con Mariano Rajoy de presidente, esas obras sí se podrán ver en Málaga".

Villalobos rememoró cómo en 1995 ella y el entonces concejal de Cultura, Antonio Garrido, reivindicaron ante el "gobernador civil" socialista que el Palacio de la Aduana fuera Museo de Bellas Artes: "Nos dijo que no". Ya con el PP en el Gobierno, con Jesús Posadas como ministro de Administraciones Públicas y Pilar de Castillo al frente de Cultura, "se aceptó ceder la Aduana como museo, construyéndose la comisaría en la plaza de la Merced". Cuestionada por las críticas de los socialistas a, Mariano Rajoy por negarse en su día a ceder de la Aduana para museo, Villalobos afirmó: "El que decidió no cederlo fue el presidente del Gobierno (José María Aznar). Pero cuando la Aduana finalmente se cedió, Rajoy era vicepresidente". Ah, bueno.