Cine | Andréi Tarkovski

El último viaje a la Zona (II)

  • La Semana de Cine de Autor de Benalmádena acogió los estrenos en España de varias películas de Andréi Tarkovski, a quien el Museo Ruso dedicará próximamente una exposición

Andréi Tarkovski da instrucciones al actor Alexander Kaidanovski en el rodaje de 'Stalker' (1979).

Andréi Tarkovski da instrucciones al actor Alexander Kaidanovski en el rodaje de 'Stalker' (1979). / M. H.

Cuando la desescalada lo permita y la actividad cultural logre acogerse a la Nueva Normalidad, el Museo Ruso pondrá a disposición del público la exposición Andréi Tarkovski. Maestro del Espacio, una aproximación ilustrativa al realizador ruso (Zavraje, 1932 – París, 1986), dueño de una de las filmografías más apasionantes, singulares e influyentes del siglo XX a pesar de estar vertida sólo en siete títulos. La muestra reforzará el vínculo de Málaga con el director y permitirá hacer memoria del mismo, ya que la relación viene de lejos; y es que la puerta de entrada a España para el cine de Tarkovski fue la Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena, que acogió con carácter pionero los estrenos de las películas más aclamadas del creador ruso. La historia de amor que comparten Andréi Tarkvoski y la Semana de Cine de Autor de Benalmádena demuestra hasta qué punto el certamen sirvió de catalizador del mejor cine hecho en cualquier latitud, incluido el menos promocionado, con un alcance que competiría hoy día con cualquier festival que se precie. Y todo eso en un contexto marcado a fuego por el franquismo.

Andréi Tarkvoski, durante un rodaje Andréi Tarkvoski, durante un rodaje

Andréi Tarkvoski, durante un rodaje / M. H.

Proyectar en Benalmádena en 1972 Andréi Rublev, el segundo largometraje de Tarkovski, en el que el director recreaba la tortuosa vida del reverenciado pintor de iconos, era una cuestión bien delicada. Y es que sólo tres años antes, el filme había protagonizado uno de los sucesos más extraños y recordados del Festival de Cannes: las autoridades de la URSS enviaron una copia de la película, apenas terminado el montaje de su primera versión, para su participación a concurso convencidas de que Tarkovski había rodado la historia de la opresión del pueblo ruso a manos de sus reyes corruptos. Pero lo cierto es que ni siquiera habían visto la película: cuando lo hicieron, nada más enviarla a Cannes, se encontraron un alegato a favor de la esperanza del mismo pueblo ruso y de la fe como medio de resistencia ante el poder de los tiranos. Así que las mismas autoridades exigieron de inmediato a la dirección del festival la devolución de la cinta. Y la cinta fue devuelta, pero alguien tuvo la feliz idea de hacer una copia que se proyectó, en un pase secreto a las cuatro de la madrugada, el último día del festival, lo que causó un escándalo diplomático de altura. Tres años después, las autoridades soviéticas eran las mismas; pero la posibilidad de que estallara otro escándalo diplomático no amedrentó a Julio Diamante, quien, en su primera edición al frente de la Semana de Cine de Autor de Benalmádena como director, organizó la primera proyección en España de Andréi Rublev. Tan positiva resultó la experiencia que al año siguiente, en 1973, Benalmádena acogió el estreno en España de la siguiente película de Tarkovski, Solaris, adaptación de la novela de ciencia-ficción de Stanislaw Lem y presentada también en Cannes, con menos problemas, en 1972.

El protagonista de ‘Stalker’, Alexander Kaidanovski, acudió al certamen en 1987

Con Stalker, el filme con el que Tarkovski regresó a la ciencia-ficción en 1979, el certamen volvió a anticiparse y proyectó la película en 1981, cuando en el resto de España no llegó a verse hasta 1984. La edición de 1981 fue, por cierto, la primera que la Semana de Cine de Autor de Benalmádena, ante la retirada del apoyo municipal, decidió celebrar en la capital malagueña, con lo que Stalker pudo verse en el América Multicines. En 1987, tras la muerte de Tarkovski, el certamen decidió rendir homenaje al realizador con una nueva proyección de Stalker, esta vez en el Palacio de Congresos de Torremolinos, y con un invitado muy especial: el actor ruso Alexander Kaidanovski, protagonista del filme (donde encarnaba al stalker o explorador que ejerce de guía en la misteriosa Zona), quien además presentó su debut como director, La simple muerte, adaptación de La muerte de Iván Illich de Tolstói. Con su obra, Kaidanovski, que evocó su relación con Tarkovski en una emocionada rueda de prensa, recibió la Farola de Plata que concedía el público y el Premio Hércules a la mejor película.

Recuerda el productor cinematográfico malagueño Carlos Taillefer, quien acompañó a Kaidanovski durante su estancia en Málaga, que al día siguiente de la entrega de premios el actor ruso tenía que partir a Madrid “ya que tenía una cita para un proyecto importante que terminó siendo El aliento del diablo, la película de Paco Lucio producida por Elías Querejeta, en la que participó. Yo también tenía que ir a Madrid, así que me ofrecí a llevarlo. De modo que nos metimos los dos en mi Dyane 6 y nos fuimos a Madrid. Resultó que Kaidanovski era un apasionado de la cultura española, así que de camino lo llevé a Fuentevaqueros para que viera la casa de Lorca y a Consuegra para que viera los molinos de viento. Estaba enormemente agradecido. Lo curioso es que él sólo hablaba ruso; ni español, ni inglés, ni francés, sólo ruso, que yo por supuesto no hablaba. Sin embargo, nos entendimos perfectamente y no paramos de charlar en todo el viaje”. Contra los muros, el cine.

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