Fue la escritura de su novela El incendio del paraíso la que condujo hace unos años a Antonio Álamo al Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla. Allí entrevistó a más de ochenta internos e incluso organizó un taller de teatro para el que escribió alguna obra en exclusiva. Aquella experiencia ha nutrido desde entonces, casi inevitablemente, buena parte de la producción del dramaturgo, director y escritor cordobés, uno de las mayores referencias del teatro andaluz en las últimas décadas; y también inspira de manera directa, su última obra, Mira cómo te olvido, que ha producido Factoría Echegaray y que se representará en el Teatro Echegaray con doce funciones del 4 al 15 de diciembre. El reparto, seleccionado a través del correspondiente, presente a tres de los intérpretes más reconocidos y destacados de la vida escénica malagueña: Andrés Suárez, Virginia Nölting y María del Mar Suárez La Chachi. De entrada, Antonio Álamo advierte de que, aunque "no hay un proyecto que no sea personal", Mira cómo te olvido "lo es especialmente. Es, de hecho, uno de mis textos más personales".

Precisamente, el desarrollo del casting fue para Álamo una de las cuestiones más peliagudas del proyecto, tal y como explicó en la presentación de la obra este jueves: "Siempre es complicado hacer una selección así. De todas formas, algunos personajes requerían, además de la interpretación, la capacidad de cantar y bailar, y eso redujo ya de entrada el volumen de participantes". Esas capacidades quedan en manos de María del Mar Suárez, "a la que vi en una representación en la Feria de Palma del Río y de la que me quedé prendado enseguida". En general, según el director, "el reparto atesora la calidad suficiente como para que pensemos en la posibilidad de hacer nuevas funciones después de las programadas en el Echegaray".

Álamo se inspira en el mito de 'Carmen' para crear una historia de amor ambientada en un psiquiátrico

Álamo traslada a un hospital psiquiátrico una historia de amor inspirada en el mito de Carmen (al que se ha asomado ya en otras obras anteriores) que plantea "los peligros de que la pasión amorosa derive hacia algo contrario al amor: el orgullo y el amor propio". Patricia Ross como ayudante de dirección, Miguel Linares en la composición musical, Antonio Marín en el diseño de la escenografía y Patricia Gea en la iluminación, entre otros, forman también parte de un proyecto idóneo para la consolidación de Factoría Echegaray como vivero y escaparate del teatro contemporáneo.