Cultura

Aurora Luque: "Hay cantidad de poesía de usar y tirar, que no se deja reposar"

La poetisa y Premio Nacional de Poesía Aurora Luque.

La poetisa y Premio Nacional de Poesía Aurora Luque. / Jorge Zapata / Efe

Crítica con una parte de la poesía que se hace en la actualidad, rodeada de ruido, con la ausencia de crítica seria, la Premio Nacional de Poesía 2022 Aurora Luque ha considerado que hay gran poesía innovadora pero también mucha de "usar y tirar".

En silencio, como le gusta escribir su poesía, sin publicidad y sin redes, la poetisa -como prefiere que la llamen en lugar de poeta- Aurora Luque (Almería, 1962) ha leído su tesis doctoral en la Universidad de Salamanca (USAL) sobre la 'Poesía de autoría femenina griega y latina (de Safo a Fabia Aconia)'.

Horas después de leerla en el Aula Salinas del edificio histórico de la USAL, Luque, en una entrevista con EFE, ha mostrado su pesar por la dualidad en la producción actual de poesía, entre "una parte muy interesante, radical e innovadora" y otra de "usar y tirar, que circula por las redes sociales, y que no se deja reposar".

Ataviada con su típico sombrero negro, amena, dicharachera, la poetisa se autodefine como feminista, "y a mucha honra", y es crítica con la "mala intención programada desde algunos sitios" que llevan a considerar de manera negativa ser feminista, "como si fuera de una radicalidad terrible".

Aurora Luque incluso propone que "rehabilitar" la palabra poetisa, en lugar de mujer poeta, como una forma de "limpiarla", porque con los años no se ha logrado utilizarla "con naturalidad" a pesar de haberla "cargado unos señores que querían ridiculizar a un tipo de mujer que representaban las poetisas".

Es más, en su tesis leída el viernes en la Universidad de Salamanca, dedica un capítulo "a mostrar cómo la palabra poetisa nace en Grecia y Roma", y que con los años "se ha quedado una palabra muy neutra", aunque en la antigüedad "se utilizaba con naturalidad".

"Esto me fastidia mucho, que la misoginia del siglo XIX siga teniendo tanto peso sobre nuestra elección de vocabulario. Nos dice qué poco cambian las cosas. Ahí se ve claro. Incluso mujeres feministas prefieren decir mujer poeta. Y creo ambigüedad", ha agregado.

Aurora Luque recibió el pasado septiembre, "de sopetón", la noticia de ser la Premio Nacional de Poesía de este año, un galardón logrado por su obra 'Un número finito de veranos', en la que realiza un canto a Grecia, como en su tesis, y al verano.

Un premio que reconoce su "alto calado lírico, emocionante, exigente, transparente, que sitúa la voz inconfundible de la autora como una de las grandes poetas" de la actualidad, un galardón por un libro "de los gozos: de la belleza, de la palabra, de lo sensual, de la vida en general".

La poetisa almeriense, pero residente en Málaga, ha reconocido que "siempre" le gustó "estudiar, investigar, aprender" y, en el caso concreto de la Filología, "es apasionante tirar del hilo de un texto, o de un autor que no se conoce, que aparecen textos nuevos".

"En el fondo está mi amor por la poesía. En el fondo me apasiona tanto que no sólo es leerla, escribirla, sino estudiarla y traducirla", ha agregado.

No evita dialogar sobre cuestiones de actualidad, de la Ley Trans -con sus "puntos controvertidos como los que afectan a la minoría de edad y a la definición de hombre y mujer"-, o de la Ley del 'sí es sí', que "se ridiculiza demasiado cuando es una Ley racional y necesaria".

Y tampoco elude la crítica a la situación actual de la poesía, que pasa por "un momento de inmensa variedad, de mucha producción juvenil, de la que una parte es muy interesante, y muy radical y muy innovadora, pero que también hay una gran cantidad de poesía de usar y tirar, que circula por las redes y que no se deja reposar".

En esta línea, también ha reconocido que desconfía "de un poeta que llena un estadio", porque para ella la poesía "pide reflexión, intimidad, silencio" y no se puede "leer poesía rodeada de ruido" y pendiente "de las redes sociales".

"Hay quien celebra la lectura como un bien absoluto y dicen que leer es muy bueno. No. Leer es bueno, pero es bueno cuando lees libros buenos. Leer es neutro. Puede ser hasta malo. Yo recomiendo que antes que leerte un libro malo, de esa poesía adolescente que hay, se vea una buena serie o una buena película", ha sentenciado.

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