El 'Big Bang' de los museos
El Centro Pompidou Málaga en el Cubo del Puerto, la sede del Museo Estatal de Arte Ruso en Tabacalera y el Museo de la Diputación en Antequera se visten de largo estos días.
Podría decirse aquello de ya están aquí. Hace 11 años, Málaga vio cómo abrían sus puertas el Museo Picasso y el CAC Málaga, espacios pioneros de una tendencia que, algo que la mayoría ni siquiera sospechaba, se ha convertido en definitiva. La posterior llegada del Museo Carmen Thyssen y la promesa del Museo de Málaga, unificador del Museo de Bellas Artes y el Arqueológico en el Palacio de la Aduana, cuya inauguración está prevista para finales de este año, acuñaron la marca ciudad de los museos para Málaga, pero el órdago definitivo estaba por venir. El alcalde, Francisco de la Torre, quería su efectoGuggenheim, su Museo de Museos, convencido de los efectos regeneradores de una operación de gran calibre en este sentido; el envite se tradujo finalmente en el compromiso de dos equipamientos, muy distintos en sus acepciones y alcances pero al fin confluyentes en la intención de poner a Málaga en el mapa. Lo que nadie esperaba era que ambos proyectos iban a ver la luz con apenas tres días de diferencia: el Centro de Colecciones del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo celebrará su inauguración el miércoles 25 en Tabacalera, y el Centro Pompidou Málaga lo hará el sábado 28. En apenas 72 horas, y por aquello de los plazos electorales, la ciudad se dispone a culminar una metamorfosis que le permitirá resarcirse, en gran medida, y con resultados objetivos, del fracaso en la candidatura a la Capitalidad Cultural de Europa en 2016. Por si fuera poco, el nuevo Museo de Arte de la Diputación (MAD) también se incorpora a la vida cultural de la provincia el martes 24 en la Casa de los Colarte de Antequera. Así que lo de los museos iba en serio, y esta semana corresponde comprobarlo.
Los misterios que oculta el Cubo del Puerto en su interior desde hace un par de semanas (cuando llegaron las obras procedentes de París) quedarán revelados finalmente el próximo sábado 28 con la inauguración del Centro Pompidou Málaga, en un acto que contará con la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la ministra francesa de Cultura, Fleur Pellerin; y el presidente del Centro Pompidou de París, Alain Seban, en el que será su último acto al frente de la institución antes de dejar el cargo a Serge Lasvignes. El equipamiento, la primera delegación del Centro Pompidou fuera de Francia, llega con un compromiso de permanencia de cinco años ampliable a otros cinco, y su contenido viene a ampliar el mapa historiográfico del arte en Málaga. Una superficie de 2.000 metros cuadrados acoge la colección permanente del museo, más de ochenta obras de maestros de las vanguardias del siglo XX y algunos ases del arte contemporáneo como Francis Bacon, Frida Khalo, Raoul Dufy, Alberto Giacometti, Max Ernst, Julio González, Erró, René Magritte, Jean Hélion, Pablo Picasso, Kader Attia, Fernand Léger, Joan Miró, Bruce Nauman, Yoko Ono, Gérard Malanga, Antonio Saura, George Segal, Antoni Tàpies, Alexander Calder, Giorgio de Chirico y Julian Schnabel. Con el cuerpo humano como leit motiv esencial, esta colección, que se renovará dentro de dos años, se distribuye en cinco secciones: Metamorfosis. De Picasso a Rineke Dijkstra, El cuerpo en pedazos. De Picasso a Tony Oursler, El cuerpo político. De Peter Klasen a Sigalit Landau, Autorretratos. De Van Dongen a Pierrick Sorin y El hombre sin rostro. De Chirico a Li Yong Bin. El contenido de la colección ha sido diseñado por Brigitte Léal, directora adjunta del Centro Pompidou de París, y José María Luna, responsable de la franquicia malagueña como director de la Agencia para la gestión de la Casa Natal y otros equipamientos museísticos. Además, el museo acogerá cada año dos exposiciones temporales: la primera, que se inaugurará en verano, estará dedicada a Miró, y a partir de aquí el Centro Pompidou Málaga podría desarrollar un intercambio de proyectos con el museo madre parisino a distintos niveles, tal y como apuntó en su momento Alain Seban. Otros proyectos como el Taller Brancusi, un amplio programa de actividades culturales de otras disciplinas (con especial atención al cine y la danza, que protagonizarán los ciclos que acogerá el auditorio con que cuenta el Cubo del Puerto) y un novedoso dispositivo de pedagogía y mediación para atraer a los públicos más tradicionalmente alejados de los museos completan el mosaico de ventanas al arte y la cultura que es el Centro Pompidou Málaga.
El museo será el sábado una realidad definitiva después de un tiempo récord (el alcalde anunció el proyecto en noviembre de 2013) no exento de dificultades, como los desencuentros del Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria a cuenta de las licencias para comenzar las obras (que ocasionaron un lamentable inicio en falso el pasado verano) y el crecimiento del gasto para poder terminar a tiempo las mismas. Finalmente, entre el coste de las obras, los gastos diversos y el pago del canon anual de un millón de euros al Centro Pompidou de París, el equipamiento costará a la ciudad más de 11 millones de euros sólo este año. El Ayuntamiento espera reducir el impacto de semejante desembolso con los 3 millones de euros ya garantizados por los patrocinadores (Unicaja, Heineken, Hidralia, Italcimenti, Gas Natural y Renault) y los ingresos en la taquilla y la tienda (las entradas costarán entre los 9 euros de la entrada general combinada y los 2,50 euros de la reducida para la exposición permanente). El Centro Pompidou mantiene unas previsiones de 250.000 visitas anuales, pero, más allá de su innegable atractivo turístico, su objetivo es afectar a la ciudad y emprender en sus ejes una transformación especial a través del arte.
La sede malagueña del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo, la primera estable de la institución fuera de Rusia, abrirá sus puertas el miércoles 25 en Tabacalera (con un compromiso de permanencia de diez años), justo en el mismo área que se había reservado al fallido museo de Art Natura: una superficie de 7.500 metros cuadrados de los que 2.300 estarán reservados a una gran exposición de carácter anual, Arte Ruso. Siglos XV-XX. El legado, conservado en Tabacalera desde hace también dos semanas, presenta un centenar de piezas que abarca desde iconos tardomedievales de inspiración bizantina hasta obras de artistas como Venetsianov, Brulov, Ivanov, Levitan, Rosanova, Jakobi, Chagall, Rodchenko, Filonov, Malevich y Kandinsky. Además, cada año se celebrarán dos exposiciones temporales. La primera, que se inaugurará también el próximo miércoles, lleva por título Arte ruso de la época de Diaghilev y reúne 69 obras relacionadas con el empresario musical ruso, amigo de Picasso y responsable de la gran época de esplendor de los ballets rusos del siglo XX (el propio Diaghilev estuvo en el Teatro Cervantes de Málaga en 1917 con uno de sus ballets y un elenco en el que figuraba Olga Koklova, quien se casó con Picasso al año siguiente). La segunda exposición temporal, que se inaugurará después del verano, estará dedicada a Pavel Filónov, un artista de vanguardia poco conocido en España (la de Tabacalera será la primera exposición dedicada a este creador en España) aunque su magisterio ha sido plenamente aceptada en Europa. En la inauguración está prevista la presencia del director del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo, Vladimir Gusev, aunque aún no está confirmada la llegada de más autoridades rusas. Con un canon anual a la institución de 400.000 euros, y un gasto total previsto para cada año de 900.000, la puesta en marcha del Museo de Arte Ruso en Tabacalera ha requerido una inversión total de 3,7 millones de euros. El Ayuntamiento espera recabar este año 75.000 euros en distintos patrocinios y más de 500.000 a través de los ingresos en taquilla (los precios de las entradas oscilan entre los 8 y los 2,50 euros). Las previsiones estiman unas 150.000 visitas anuales. En este sentido, el Museo de Arte Ruso constituye un reto por cuanto se trata de un espacio alejado del centro. El Consistorio ha incluido el proyecto dentro de los planes de descentralización, con el argumento de que el área en que se ha instalado la pinacoteca es la segunda más poblada de la ciudad. Además, La Térmica ya ejerció en el mismo distrito una prolongación pionera del mapa cultural de la ciudad con cierto éxito. Pero el carácter de un museo de este calibre es muy distinto, y exige una movilidad que habrá que poner a prueba (la dirección del museo espera alcanzar acuerdos con la EMT que aún no se han producido). De cualquier forma, el objetivo es convertir el museo en un verdadero centro recreativo, con restaurante, sala de conciertos y otros rincones alternativos para disfrutar de algo más que arte.
Después de una profunda reforma para la que se invirtieron más de 800.000 euros, este martes 24 abrirá sus puertas en la Casa de los Colarte de Antequera, un hermoso inmueble del siglo XVIII, el Museo de Arte de la Diputación (MAD), el centro donde se expondrán los fondos adquiridos por la institución a lo largo de su historia, organizados según el diseño museográfico de Fernando Francés en los 1.849 metros cuadrados de superficie expositiva. La exposición permanente, Abstracción y geometrismo en las vanguardias malagueñas, reúne obras de Rafael Alvarado, Soledad Sevilla, Manuel Barbadillo y Eugenio Chicano, entre otros. Joan Miró protagonizará la primera muestra temporal con varias litografías, mientras que Cantos Rodados, una segunda temporal, reúne obras de 21 artistas de proximidad en torno a la piedra como argumento común.
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