Teatros

El humor más ácido de Caramala vuelve al Echegaray con 'La plaga'

  • Carmen Baquero, Virginia Muñoz y Noemí Ruiz vuelven a convertir las tablas en un centro educativo

El montaje ‘La plaga’ se estrenó el pasado febrero.

El montaje ‘La plaga’ se estrenó el pasado febrero. / Daniel Pérez / Teatro Cervantes (Málaga)

Carmen Baquero, Virginia Muñoz y Noemí Ruiz, las Caramala, regresan hoy viernes y el sábado al Teatro Echegaray para reponer La plaga, un viraje hacia un humor más ácido y enhebrado con la realidad social a través del relato de las consecuencias en las relaciones entre profesores, alumnos y padres de una invasión de piojos en un colegio.

Las tres Caramala intervinieron como conductoras de la gala inaugural del teatro de la calle Echegaray, allá por 2009, y después presentaron allí sus dos primeros montajes, Caramelo y La hora feliz, y compartieron tablas con Javier Ojeda en la mambópera Barrio de la Paz. En febrero de este año estrenaron en el 36 Festival de Teatro de Málaga y con gran éxito de crítica y público (dos llenos consecutivos) esta pieza de creación colectiva que partió de una idea inicial de su habitual dramaturgo y director, Sergio Rubio.

En La plaga, las tres actrices de Caramala tiñen de oscuridad y sabor agridulce su habitual humor blanco y fresco. La obra fue escrita y ensamblada a través de improvisaciones en los ensayos, con la aportación de Rubio, las intérpretes y el director, el también malagueño Chiqui Carabante. La plaga se puede volver a ver en dos funciones este fin de semana, en ambos casos a las 20:30 (entradas por 15 euros, precio único).

Una de las escenas de 'La plaga'. Una de las escenas de 'La plaga'.

Una de las escenas de 'La plaga'. / Daniel Pérez / Teatro Cervantes (Málaga)

“Queremos dejar de ser chicas amables. Ahora somos más maduras y nos sentimos, aunque siempre lo hemos sido, más feministas, más comprometidas y más participantes de la sociedad”, declaraban ellas en una de las entrevistas previas a su esperado regreso. Carmen Baquero, Virginia Muñoz y Noemí Ruiz tiñen de acidez, compromiso social y madurez el habitual humor que siempre han desplegado sobre las tarimas.

Esta nueva obra habla de manipulación y libertades. El contexto donde ocurre la acción es un colegio de barrio, con los piojos que colonizan las cabelleras de los niños. Y esos parásitos, tras la declaración del estado de guerra por parte de la asociación de padres, se convierten en la espoleta con la que parte esta nueva dosis de teatro marca Caramala, una compañía que además de hacer reír ahora hará reflexionar al respetable.

“Queríamos referirnos –comentaba Virginia Ruiz en otra entrevista- a la escuela como un micro mundo desde el que hablar de otras cuestiones que nos atañen a todos hoy día, como los ataques a la libertad de expresión y el miedo a quienes piensan de forma distinta”.

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