Carmen Cervera, la baronesa Thyssen, planteó ayer la posibilidad de que las colecciones cedidas al Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, el Thyssen Málaga y el futuro centro que se debe establecer en la Explanada de los Museos de la montaña de Montjuic de Barcelona tengan un "movimiento rotativo importante". En declaraciones a los medios después de presentar la exposición Sisley Kandinsky Hopper del Espai Carmen Thyssen de Sant Feliu de Guíxols (Gerona), explicó que en la gestión de su colección, que suma unas 1.300 obras pertenecientes en su mayor parte a los maestros de la pintura española del siglo XIX, cooperarán ella misma y los centros de Málaga y Madrid, así como la colección internacional.

"Sería un éxito sin precedentes que el nuevo centro se llamará Carmen Thyssen Barcelona", manifestó ayer la baronesa, añadiendo que el mismo se ubicará en el Pabellón Reina Victoria Eugenia con cuadros desde el impresionismo, post impresionismo, expresionismo y arte americano sin afectar a la obra que tiene depositada en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC). Las negociaciones para ocupar el pabellón en Barcelona están en marcha, y su oficina ha enviado un "proyecto importante" a las partes implicadas hace seis meses, que incluye también un estudio del coste de adaptación del recinto.

Según Carmen Cervera, estos pabellones "son fáciles de convertir en museo" porque cuentan con techos altos y en buen estado, además están vacíos y se podrían adaptar con módulos de forma fácil y rápida. "Lo estoy deseando y para toda Cataluña sería muy importante", remarcó la baronesa, que incidió ayer en las buenas relaciones que mantiene con el director del MNAC, Pepe Serra, y que ambos están muy ilusionados por el proyecto.

Sobre el silencio institucional que caracteriza a las negociaciones en las últimas semanas, la baronesa aseguró: "Son menos valientes que yo".